miércoles, 25 de febrero de 2009

Nosotros Somos Nuestros Propios Hijos




Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
nuestros rencores y nuestro porvenir.
Por eso nos parece que son de goma
y que les bastan nuestros cuentos para dormir.

Nos empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación.
Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones
con la leche templada y en cada canción.

Niño,
deja ya de joder con la pelota.
qué eso no se dice,
qué eso no se hace,
qué eso no se toca.

Joan Manuel Serrat (1981)



Charla con Mariaté Goméz, directora de la Comunidad Atelier Indigo

por Carlos Martell

A sus treinta y siete años, Julia es una profesionista exitosa. Acaba de ser nombrada gerente de línea en una reconocida tienda de departamentos. Sus hijos, Luis y Emilia tienen 5 y 9 años respectivamente. Casada desde hace 11 años con Roberto. Como es habitual en la mayoría de madres que trabajan, el tiempo es un problema evidente para Julia. Se siente terriblemente presionada por las diversas actividades que tiene que desempeñar y nunca tiene el tiempo suficiente para todo lo que quisiera realizar.



Aparte de ello, su relación con Roberto no va del todo bien, cada vez siente una gran insatisfacción en esto y la distancia anímica entre ellos, cada vez es mayor. Sus hijos, por otra parte, acusan en su escuela, toda esta situación emocional. Luis es inquieto y dicen sus maestros que tiene hiperactividad. Emilia es tan demandante y caprichosa, que Julia se siente tiranizada por su propia hija.



“Un panorama típico y habitual de nuestros días, nos dice Mariaté Gómez, Directora de la Comunidad Educativa Atelier Índigo. Nuestra vida moderna nos ha llevado a tener un estilo de vida cada vez más antinatural y anti-humano. Los sistemas sicológicos en las personas están trastocados, a la par de la vorágine de la vida actual. Como padres, no hemos sabido atender nuestras propias vidas y esto, ahora se refleja en las conductas de nuestros hijos e hijas.
“Ya en el 2005 se aprobó la reforma del artículo 77 de la Ley General de Salud, y adiciona las fracciones XII y XIV al artículo 7 de la Ley General de Educación, para promover el tratamiento del trastorno del déficit de atención e hiperactividad en menores. Queda claro, que no solo es un problema de salud sino de educación también.



“Por otra parte, estamos observando lo que los sicólogos nombran como el síndrome del emperador o tirano. Este término describe al niño que se esconde atrás de un dictador, el que da todas las órdenes. Este tipo de conducta refleja toda una problemática generacional de los padres que satisfacen en demasía los deseos de los niños bajo la idea de que los hijos no sufrirán lo que los padres sufrieron. Los niños no tendrán aquellas carencias que uno tuvo en otra época. Estos niños son productos de una generación que fue reprimida y que hoy por hoy, no impone limites en su propios hijos.



“Pongo el caso que esta sucediendo en España, donde la prensa habla continuamente de niños que maltratan y golpean, incluso aquellos que asesinan a sus padres. Son generaciones que crecieron bajo la represión del franquismo y que ahora creen sanarse a través de no poner limites o reglas en su hijos. Entonces, como dice Piaget, el egocentrismo no se acomoda y se invierten los papeles y quien tiene la autoridad es el hijo y no los padres.



“Llegan a ser padres hiper-protectores que impiden que sus hijos maduren por sí mismos. Son padres que actúan bajo la fuerza de un miedo no reconocido y desde los primeros años, los padres claudican continuamente ante las peticiones y caprichos de sus hijos. Fernando Savater dice: "Para que una familia funcione educativamente es imprescindible que alguien en ella se resigne a ser adulto. Y me temo que este papel no puede decidirse por sorteo ni por una votación de asamblea. El padre que no quiere figurar sino como "el mejor amigo de sus hijos" es algo parecido a un arrugado compañero de juegos, sirve para poco; la madre, cuya única vanidad profesional es que la tomen por hermana ligeramente mayor que su hija, tampoco vale para mucho más".



“En el crecimiento de los niños, esto genera a su vez, una inseguridad que provoca violencia dentro y fuera de la familia. El punto central es que la jerarquía se pierde, ya no está dada por la antigüedad, por la sabiduría y experiencia que te da la permanencia en este planeta. Sino que está dado en función en sanar las heridas inconcientes.



¿En una escuela como Atelier Indigo, cómo se equilibra esto? ¿Cuál es la relación entre libertad y responsabilidad en los niños?
“Devolvemos al niño aquel poder que le corresponde genealógicamente, dentro de sus propios limites. Devolverle el poder como ser humano que es, y esto conlleva una responsabilidad, pero también un gozo y una libertad. Por ejemplo, el poder y gozo de tener un cuerpo, de cuidarlo. Ahí el niño reacciona con conciencia, si tiene frío se pone un suéter, y se lo pone porque la madre le dijo que se lo pusiera sino porque él piensa que lo va necesitar. Este tipo de reacciones transmite un mensaje de incapacidad; “ El niño no tiene al capacidad de pensar y decidir, sino que es la madre la que piensa y decide.



“Estamos hablando primero de una conciencia corporal que da autonomía en el niño y que le da un poder conciente sobre sus actos y decisiones. Lo cual lo lleva al gozo amoroso de la experiencia de la vida. El niño o la niña está percibiendo el valor de su propia conducta. Se crea así una conciencia de responsabilidad y libertad personales. Esto también es un ejercicio constante de voluntad, de acierto y error que lleva a un aprendizaje sólido. Esto también es un proceso natural, por ejemplo, al inhalar, estamos alimentándonos de oxígeno que va a ser transformado, esto es en si, un poder personal natural. No podemos decirle al cuerpo que no respire, no podemos decirle al corazón que se pare. Es un poder natural transformador. Los niños asumen actitudes tiranas porque la madre o el padre le disfrazan su propio miedo.”

¿Tiene que ver con la voluntad?
“Totalmente, porque los padres se están adelantando al poder de voluntad de los niños. Antes que se manifieste, los padres le dan el satisfactor, estamos creando generaciones sin fuerza , sin poder de decidir , sin poder de voluntad. En los adultos, esta actitud trata de ocultar una inseguridad personal y en los niños genera un consumismo atroz. Es un círculo vicioso de más y más en todo y de todo….así llegamos a los excesos y adicciones de la vida.”

¿Son nuestras propias debilidades lo que debilita a nuestros hijos?
“Exacto, ahí vemos la cargas generacionales que se manifiestan. Ante las carencias de las generaciones anteriores, se producen conductas compulsivas de ´otorgar´ un aparente bienestar a los hijos.



Esto crea en los niños un parámetro falso de `antes de que pida las cosas, ya las tengo´. Creando más debilidades, ya que tampoco se ejercita el poder, la voluntad y el esfuerzo por obtenerlas. La voluntad nos da la fuerza de vivir. Por otra parte la forma de vida actual también ha fracturado nuestra voluntad. Los constantes avances tecnológicos han logrado que los objetos satisfactores estén al alcance de la mano y que muchos de estos objetos sean desechables. Desde un boligrafo hasta la vida misma. Por ejemplo en un video- juego, un simple clic puedes eliminar y matar al otro y todo esto a una velocidad rapidísima. Lo paradójico, en los videojuegos, es que así como eliminas y te eliminan, surges de nuevo casi inmediatamente. Sin el tiempo necesario de reflexionar o vivir la pérdida, el duelo mismo. La pérdida ejercita el esfuerzo y la responsabilidad. El niño se desconecta de los tiempos naturales y pierde el sentido de la permanencia. Un árbol, una planta necesita raíces que le aseguran permanencia en el planeta; un niño también.



“Es por ello, ante estos tiempo actuales necesitamos un sistema educativo diferente que se desarrolle dentro de los tiempos naturales transformacionales. La mariposa necesita un tiempo para convertirse en mariposa. El árbol, las frutas, el nacer, el vivir, todo tiene un tiempo transformacional natural que no debe ser alterado; de igual manera los procesos educativos en el niño. La palabra prisa no debe existir en el proceso educativo de los niños.



“Por ejemplo, algunos niños en el Atelier Índigo están leyendo La Metamorfósis de Franz Kafka, un texto que pudiera ser considerado sólo para adultos o jóvenes, pues bien, los niños lo están leyendo bajo una guía transformacional, es decir, como una experiencia que transforma, . Ellos han identificado sus propios bichos, los dibujan, los delinean y se relacionan con ellos. Le escriben diariamente. Esto ha creado una atmósfera de reflexión personal y de autoconciencia en los niños. Un contacto consigo mismo.
Y la percepción de la metamorfosis personal calma la prisa de los tiempos actuales. La educación es un proceso de asombro y maravilla.



“Al hablar de niños hiperactivos tenemos la teoría de que algo se ha alterado en el sistema personal del tiempo en el niño y en sus padres. ¿Qué tanto los padres han alterado su propio sentido del tiempo e inconcientemente transmiten en el niño el mensaje de la prisa, el apuro y la distracción en múltiples satisfactores.



“En el caso de Julia que platicabas al principio, hablamos de una madre que tiene una prisa constante y lo que es peor una prisa para que sus hijos crezcan rapidamente y así “liberarse " de ellos. ¿Será este su mensaje inconciente?
“También en Atelier Índigo reforzamos el sentido de confianza en los padres y en los niños. Confía…….es nuestro mensaje. Confía en la vida. Confía en el poder superior. La confianza elimina los miedos. Cada niño tiene su propio tiempo. Hacemos que sea conciente de ello y lo respetamos. La flexibilidad es también parte del crecimiento. Eres flexible como niño, para ser fuerte como adulto. Mira los árboles, mira como crecen entre flexibilidad y fortaleza.



“Nuestro sistema educativo no es para que el niño tenga información o memorice, es para que el niño integre lo que el ya posee y encuentre la forma de exteriorizarlo.



¿Cual es el momento exacto del aprendizaje?
“Es un alumbramiento, un descubrimiento y una revelación. Una revelación que uno tiene en sí, mismo el conocimiento total. El ejemplo de la inhalación y la exhalación nos ilustra esto.
Es una revelación.”



¿Son nuestras resistencias las que no nos permiten fluir autónomamente? ¿Cuáles son estas resistencias que no nos permiten crecer?
“El miedo a la separatividad, según lo decía Erich Fromm.”



¿Ser otro?
“Estar solo, la sensación de estar solo. Somos seres de clan. El clan nos da fortaleza en los diversos procesos de vida para que no tengamos miedos. Sin un acompañamiento adecuado del clan, vivir y morir nos da miedo. Porque surgen las debilidades e inseguridades y nos preguntamos, ´sé o no sé, sirvo o no sirvo´. Son preguntas que nos acompañan todo el proceso de vida.



“Al niño se le dan las herramientas para que conozca su polaridad y para saber si existe un desequilibrio. Al conocer esto, el niño construye su propio centro y sus propias habilidades y de acuerdo a esto, se desarrolla. Esto lo hace único, lo hace diferente para que compita con su propio ritmo. Desde este centro personal te puedes amar y sentirte amado. Te puedes entonces construir como un ser sólido. Conoces tus propios recursos y no los de otro. Puedes ir más libre, sin tener que rebasar al otro. Lo que tenemos que rebasa son nuestras mismas limitaciones. Cada mañana preguntamos ¿Cual es tu deseo para hoy? ¿Qué es lo que quieres lograr hoy? Día a día, el niño pone sus propias metas, metas personales de ellos y no de un sistema o de otras personas. El poder personal quiere lograr algo y querer es una manifestación de la Conciencia.

¿Como reaccionan los padres a este proceso educativo que se esta dando en los niños? ¿Se dan cuenta?
“La idea es que este mismo proceso se vaya dando también en lo padres, que ellos puedan recorrer el mismo camino de los niños. El camino del miedo y de la aparente soledad. Los padres descubren que hay un cambio desde el lenguaje mismo. Por ejemplo, una madre que justifica su propia prisa bajo la creencia de quiere mejorar económicamente al clan a través de dar al clan algo diferente de lo que ella recibió. Un videojuego, una beca, un viaje que no pudo tener ella, etc. Esta es su motivación, pero es una motivación que viene de la carencia, no de la abundancia.



“Cuando ella descubre que viene de la carencia, descubre el miedo y la soledad. Este es un momento de confrontación fuerte consigo misma. Lo trasciende y luego a través de un ejercicio de voluntad, rompe con esto. Esto se traduce en un asentamiento natural en el proceso general de la vida ; padres, hijos, hijas, esposas, esposos, madres. Todos se van colocando en el orden natural que les corresponde, alimentándose correctamente.”



¿Niños que vienen de una escuela tradicional, se adaptan al sistema de Atelier Índigo?
“Muy rápido. Igual que la bioquímica. A diferencia del adulto, los músculos infantiles están más flexibles y por lo tanto, su psique es mucho más flexible que la del adulto. Están más puros, sus repuestas son más rápidas y más sinceras. Esta sinceridad hace más compleja la relación con el adulto, precisamente porque los adultos manejamos códigos de conducta más estrechos y rígidos, menos honesto y libres. Una de nuestras principales herramientas es un lenguaje transformacional que impulsa a los niños a auto-observarse y en base a esto, reaccionar. Cuando un niño viene con un sentimiento de disgusto por algo, en lugar de no darle importancia o decir las mismas frases de siempre, como “no pasa nada”, le invitamos a auto-observarse en el aquí y en el ahora. Y sobre esta observación se le invita a hacer un cambio emocional.

¿Cual es la característica primordial de Atelier Indigo? ¿Qué es lo que ofrece diferente a otras instituciones?
“Atelier Indigo ofrece a los niños y padres, herramientas para construir su propio camino. Para que se dé una experiencia enriquecedora. No hay error. No hay ceros Hay dieces como un factor de negociación. La calificación no es algo o alguién externo que aprueba o desaprueba a los niños. El diez es un sólo un parámetro para seguir construyendo. El diez ya está en el niño, le damos el espacio para que lo reconozca. El niño aprende desde el punto de vista más alto, es su alma la que recuerda. Vemos que los niños traen unas problemáticas singulares ajenas, no son de ellos, sino de los adultos. Al niño le decimos que sí sabe, que lo único que tiene que hacer es recordar. Es increíble el efecto de estas aseveraciones. El poder de recordar en el niño es un poder basado en su propia confianza como ser humano. Atelier Indigo es esta escuela que estamos construyendo y por supuesto es la que yo personalmente quisiera haber tenido. Quiero dar al mundo y a los niños algo que yo no experimenté cuando estaba en la escuela de niña. Ese poder personal que surge del amor.




¿Que es el recuerdo?
“Es el proceso contrario al aprendizaje, el proceso contrario al olvido. El problema del ser humano es el olvido de SU PROPIA GRANDEZA. Los niños de Atelier Índigo son niños acostumbrados a reflexionar y auto-observarse. Ven la vida como una experiencia y no como serie de errores y aciertos que los adultos les imponemos.”.



“Nelson Mandela dice que no le tenemos miedo a nuestra oscuridad sino que le tenemos miedo a nuestra luz. Eliminar ese miedo es lo que quiero para padres e hijos, el miedo al amor y a la luz. Nuestro papel en este planeta es ser luz, esto es lo que le servirá al planeta. Sentirse pequeño no sirve de nada. Hay una anécdota de Einstein donde le preguntan sobre el bien y el mal. Él responde que el bien es la iluminación de lo que estaba oscuro, así que el mal sólo es ausencia del bien.

Comunidad Educativa Atelier Indigo
cANADA 95
Col. Parque San Andrés, Coyoacán
30 95 2177 y 56 89 41 67
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