domingo, 1 de febrero de 2009

Más Sobre el Grito Azul

Participación de Carlos Martell en la presentación del libro El Grito Azul, escrito por Mariaté Gómez y Violeta Maldonado
Buenas Noches.-
Todos aquí hemos pasado por experiencias educativas, pero la mayoría han sido negativas o frustrantes.

Desde que entramos al sistema escolarizado nos topamos con una estructura educativa que siempre todos hemos deseado fuera mucho mejor.
¿Es siempre la escuela, una experiencia frustrante? Es la educación un proceso siempre doloroso????
Pienso que en parte, asi lo es. Es doloroso siempre, hasta que descubrimos que puede ser gozoso.
Es doloroso porque nos fuerza a crecer, y crecer no siempre es placentero. No es placentero porque nos obliga dejar atrás esa zona de comodidad que ya conocemos y dominamos. Esa zona de nuestra propia conveniencia.
A fin de cuentas, ¿Quién diablos piensa o quiere en transformarse o hacer cambios en la propia vida?

Este libro, EL GRITO AZUL, es el primero de una serie que narra las experiencias educativas de Mariaté y Violeta con niños que en su mayoría y por diversas razones han sido rechazados de otras escuelas, mis propias hijas, estuvieron en 4 escuelas diferentes antes de llegar a Atelier Indigo.
En Atelier Indigo, la escuela de Mariate y Violeta, ellas sintieron que por fin llegaron a casa. Mi esposa y yo también así lo sentimos. A fin de cuentas pasamos casi la mitad de nuestra vida de niños y jóvenes en la escuela. ¿Por qué no considerarla como un segundo hogar?
El trabajo que Mariaté y Violeta realizan en Atelier Indigo es diferente...digamos bastante "sui generis". Uno se da cuenta de esto al leer El Grito Azul.
En principio, para inscribirte a Atelier Índigo, somos los padres los que hacemos la "prueba", los que hacemos el examen de admisión.¡Un examen muy difícil……! Este examen consiste en saber y asumir que nuestros hijos somos nosotros mismos. Y que los cambios en ellos dependende nuestros propios cambios. Dependen de nuestra propia transformación....

Aquí en la escuela de Mariaté y Viole he visto con tristeza como los padres renuncian a continuar el proceso educativo familiar. Prefieren continuar su vida, sin luchar por más. También he visto con alegría que hay padres y familias que continúan realizando trabajo personal, enfrentándose día a día con sus propios fantasmas existenciales para trascenderlos, logrando con ello una conciliación con las energías familiares atoradas que se reflejan en las conductas de los hijos.
Los hijos no son rebeldes, ni hiperactivos, porque quieran serlo. En el fondo existe una mandato inconciente de los padres. Somos nosotros los que de alguna manera hacemos que se comporten así.
Igual sucedió con nosotros y nuestros padres.
Hablamos de un "mandato no escrito" que al realizarse asegura la continuidad de nuestro linaje.

Este es el embrollo que los nuevos niños vienen a resolver y lo hacen con todas estas conductas que Mariate y Viole nos narran. Esta es la magia "entre comillas" que sucede en su escuela. Un reacomodo de las energías familiares, siempre en la dirección correcta y adecuada. Y este es el futuro y la transformación de nuestro mundo.

Mientras no haya un cambio interior, no podrá haber un cambio externo.

Cito A la Gran Abuela Rita Pitka de la comunidad indígena de Alaska, quien dice "Cuando podamos sanarnos a nosotros mismos, podremos sanar a nuestros ancestros, nuestras abuelas y abuelos, nuestros propios hijos. Podremos sanar nuestra Tierra Sagrada".

Mariate habla constantemente que la palabra" prisa" no debe de existir en el proceso educativo "El proceso educativo, dice, debe ir acorde a los tiempos naturales de transformación. La mariposa necesita un tiempo para convertirse en mariposa, los árboles, las plantas, los animales. Toda la vida tiene un tiempo natural que no debe ser alterado. De la misma manera los procesos educativos en el niño tienen un tiempo natural que debe ser honrado y respetado, especialmente por nosotros los adultos".

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