miércoles, 25 de febrero de 2009

Nosotros Somos Nuestros Propios Hijos




Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
nuestros rencores y nuestro porvenir.
Por eso nos parece que son de goma
y que les bastan nuestros cuentos para dormir.

Nos empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación.
Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones
con la leche templada y en cada canción.

Niño,
deja ya de joder con la pelota.
qué eso no se dice,
qué eso no se hace,
qué eso no se toca.

Joan Manuel Serrat (1981)



Charla con Mariaté Goméz, directora de la Comunidad Atelier Indigo

por Carlos Martell

A sus treinta y siete años, Julia es una profesionista exitosa. Acaba de ser nombrada gerente de línea en una reconocida tienda de departamentos. Sus hijos, Luis y Emilia tienen 5 y 9 años respectivamente. Casada desde hace 11 años con Roberto. Como es habitual en la mayoría de madres que trabajan, el tiempo es un problema evidente para Julia. Se siente terriblemente presionada por las diversas actividades que tiene que desempeñar y nunca tiene el tiempo suficiente para todo lo que quisiera realizar.



Aparte de ello, su relación con Roberto no va del todo bien, cada vez siente una gran insatisfacción en esto y la distancia anímica entre ellos, cada vez es mayor. Sus hijos, por otra parte, acusan en su escuela, toda esta situación emocional. Luis es inquieto y dicen sus maestros que tiene hiperactividad. Emilia es tan demandante y caprichosa, que Julia se siente tiranizada por su propia hija.



“Un panorama típico y habitual de nuestros días, nos dice Mariaté Gómez, Directora de la Comunidad Educativa Atelier Índigo. Nuestra vida moderna nos ha llevado a tener un estilo de vida cada vez más antinatural y anti-humano. Los sistemas sicológicos en las personas están trastocados, a la par de la vorágine de la vida actual. Como padres, no hemos sabido atender nuestras propias vidas y esto, ahora se refleja en las conductas de nuestros hijos e hijas.
“Ya en el 2005 se aprobó la reforma del artículo 77 de la Ley General de Salud, y adiciona las fracciones XII y XIV al artículo 7 de la Ley General de Educación, para promover el tratamiento del trastorno del déficit de atención e hiperactividad en menores. Queda claro, que no solo es un problema de salud sino de educación también.



“Por otra parte, estamos observando lo que los sicólogos nombran como el síndrome del emperador o tirano. Este término describe al niño que se esconde atrás de un dictador, el que da todas las órdenes. Este tipo de conducta refleja toda una problemática generacional de los padres que satisfacen en demasía los deseos de los niños bajo la idea de que los hijos no sufrirán lo que los padres sufrieron. Los niños no tendrán aquellas carencias que uno tuvo en otra época. Estos niños son productos de una generación que fue reprimida y que hoy por hoy, no impone limites en su propios hijos.



“Pongo el caso que esta sucediendo en España, donde la prensa habla continuamente de niños que maltratan y golpean, incluso aquellos que asesinan a sus padres. Son generaciones que crecieron bajo la represión del franquismo y que ahora creen sanarse a través de no poner limites o reglas en su hijos. Entonces, como dice Piaget, el egocentrismo no se acomoda y se invierten los papeles y quien tiene la autoridad es el hijo y no los padres.



“Llegan a ser padres hiper-protectores que impiden que sus hijos maduren por sí mismos. Son padres que actúan bajo la fuerza de un miedo no reconocido y desde los primeros años, los padres claudican continuamente ante las peticiones y caprichos de sus hijos. Fernando Savater dice: "Para que una familia funcione educativamente es imprescindible que alguien en ella se resigne a ser adulto. Y me temo que este papel no puede decidirse por sorteo ni por una votación de asamblea. El padre que no quiere figurar sino como "el mejor amigo de sus hijos" es algo parecido a un arrugado compañero de juegos, sirve para poco; la madre, cuya única vanidad profesional es que la tomen por hermana ligeramente mayor que su hija, tampoco vale para mucho más".



“En el crecimiento de los niños, esto genera a su vez, una inseguridad que provoca violencia dentro y fuera de la familia. El punto central es que la jerarquía se pierde, ya no está dada por la antigüedad, por la sabiduría y experiencia que te da la permanencia en este planeta. Sino que está dado en función en sanar las heridas inconcientes.



¿En una escuela como Atelier Indigo, cómo se equilibra esto? ¿Cuál es la relación entre libertad y responsabilidad en los niños?
“Devolvemos al niño aquel poder que le corresponde genealógicamente, dentro de sus propios limites. Devolverle el poder como ser humano que es, y esto conlleva una responsabilidad, pero también un gozo y una libertad. Por ejemplo, el poder y gozo de tener un cuerpo, de cuidarlo. Ahí el niño reacciona con conciencia, si tiene frío se pone un suéter, y se lo pone porque la madre le dijo que se lo pusiera sino porque él piensa que lo va necesitar. Este tipo de reacciones transmite un mensaje de incapacidad; “ El niño no tiene al capacidad de pensar y decidir, sino que es la madre la que piensa y decide.



“Estamos hablando primero de una conciencia corporal que da autonomía en el niño y que le da un poder conciente sobre sus actos y decisiones. Lo cual lo lleva al gozo amoroso de la experiencia de la vida. El niño o la niña está percibiendo el valor de su propia conducta. Se crea así una conciencia de responsabilidad y libertad personales. Esto también es un ejercicio constante de voluntad, de acierto y error que lleva a un aprendizaje sólido. Esto también es un proceso natural, por ejemplo, al inhalar, estamos alimentándonos de oxígeno que va a ser transformado, esto es en si, un poder personal natural. No podemos decirle al cuerpo que no respire, no podemos decirle al corazón que se pare. Es un poder natural transformador. Los niños asumen actitudes tiranas porque la madre o el padre le disfrazan su propio miedo.”

¿Tiene que ver con la voluntad?
“Totalmente, porque los padres se están adelantando al poder de voluntad de los niños. Antes que se manifieste, los padres le dan el satisfactor, estamos creando generaciones sin fuerza , sin poder de decidir , sin poder de voluntad. En los adultos, esta actitud trata de ocultar una inseguridad personal y en los niños genera un consumismo atroz. Es un círculo vicioso de más y más en todo y de todo….así llegamos a los excesos y adicciones de la vida.”

¿Son nuestras propias debilidades lo que debilita a nuestros hijos?
“Exacto, ahí vemos la cargas generacionales que se manifiestan. Ante las carencias de las generaciones anteriores, se producen conductas compulsivas de ´otorgar´ un aparente bienestar a los hijos.



Esto crea en los niños un parámetro falso de `antes de que pida las cosas, ya las tengo´. Creando más debilidades, ya que tampoco se ejercita el poder, la voluntad y el esfuerzo por obtenerlas. La voluntad nos da la fuerza de vivir. Por otra parte la forma de vida actual también ha fracturado nuestra voluntad. Los constantes avances tecnológicos han logrado que los objetos satisfactores estén al alcance de la mano y que muchos de estos objetos sean desechables. Desde un boligrafo hasta la vida misma. Por ejemplo en un video- juego, un simple clic puedes eliminar y matar al otro y todo esto a una velocidad rapidísima. Lo paradójico, en los videojuegos, es que así como eliminas y te eliminan, surges de nuevo casi inmediatamente. Sin el tiempo necesario de reflexionar o vivir la pérdida, el duelo mismo. La pérdida ejercita el esfuerzo y la responsabilidad. El niño se desconecta de los tiempos naturales y pierde el sentido de la permanencia. Un árbol, una planta necesita raíces que le aseguran permanencia en el planeta; un niño también.



“Es por ello, ante estos tiempo actuales necesitamos un sistema educativo diferente que se desarrolle dentro de los tiempos naturales transformacionales. La mariposa necesita un tiempo para convertirse en mariposa. El árbol, las frutas, el nacer, el vivir, todo tiene un tiempo transformacional natural que no debe ser alterado; de igual manera los procesos educativos en el niño. La palabra prisa no debe existir en el proceso educativo de los niños.



“Por ejemplo, algunos niños en el Atelier Índigo están leyendo La Metamorfósis de Franz Kafka, un texto que pudiera ser considerado sólo para adultos o jóvenes, pues bien, los niños lo están leyendo bajo una guía transformacional, es decir, como una experiencia que transforma, . Ellos han identificado sus propios bichos, los dibujan, los delinean y se relacionan con ellos. Le escriben diariamente. Esto ha creado una atmósfera de reflexión personal y de autoconciencia en los niños. Un contacto consigo mismo.
Y la percepción de la metamorfosis personal calma la prisa de los tiempos actuales. La educación es un proceso de asombro y maravilla.



“Al hablar de niños hiperactivos tenemos la teoría de que algo se ha alterado en el sistema personal del tiempo en el niño y en sus padres. ¿Qué tanto los padres han alterado su propio sentido del tiempo e inconcientemente transmiten en el niño el mensaje de la prisa, el apuro y la distracción en múltiples satisfactores.



“En el caso de Julia que platicabas al principio, hablamos de una madre que tiene una prisa constante y lo que es peor una prisa para que sus hijos crezcan rapidamente y así “liberarse " de ellos. ¿Será este su mensaje inconciente?
“También en Atelier Índigo reforzamos el sentido de confianza en los padres y en los niños. Confía…….es nuestro mensaje. Confía en la vida. Confía en el poder superior. La confianza elimina los miedos. Cada niño tiene su propio tiempo. Hacemos que sea conciente de ello y lo respetamos. La flexibilidad es también parte del crecimiento. Eres flexible como niño, para ser fuerte como adulto. Mira los árboles, mira como crecen entre flexibilidad y fortaleza.



“Nuestro sistema educativo no es para que el niño tenga información o memorice, es para que el niño integre lo que el ya posee y encuentre la forma de exteriorizarlo.



¿Cual es el momento exacto del aprendizaje?
“Es un alumbramiento, un descubrimiento y una revelación. Una revelación que uno tiene en sí, mismo el conocimiento total. El ejemplo de la inhalación y la exhalación nos ilustra esto.
Es una revelación.”



¿Son nuestras resistencias las que no nos permiten fluir autónomamente? ¿Cuáles son estas resistencias que no nos permiten crecer?
“El miedo a la separatividad, según lo decía Erich Fromm.”



¿Ser otro?
“Estar solo, la sensación de estar solo. Somos seres de clan. El clan nos da fortaleza en los diversos procesos de vida para que no tengamos miedos. Sin un acompañamiento adecuado del clan, vivir y morir nos da miedo. Porque surgen las debilidades e inseguridades y nos preguntamos, ´sé o no sé, sirvo o no sirvo´. Son preguntas que nos acompañan todo el proceso de vida.



“Al niño se le dan las herramientas para que conozca su polaridad y para saber si existe un desequilibrio. Al conocer esto, el niño construye su propio centro y sus propias habilidades y de acuerdo a esto, se desarrolla. Esto lo hace único, lo hace diferente para que compita con su propio ritmo. Desde este centro personal te puedes amar y sentirte amado. Te puedes entonces construir como un ser sólido. Conoces tus propios recursos y no los de otro. Puedes ir más libre, sin tener que rebasar al otro. Lo que tenemos que rebasa son nuestras mismas limitaciones. Cada mañana preguntamos ¿Cual es tu deseo para hoy? ¿Qué es lo que quieres lograr hoy? Día a día, el niño pone sus propias metas, metas personales de ellos y no de un sistema o de otras personas. El poder personal quiere lograr algo y querer es una manifestación de la Conciencia.

¿Como reaccionan los padres a este proceso educativo que se esta dando en los niños? ¿Se dan cuenta?
“La idea es que este mismo proceso se vaya dando también en lo padres, que ellos puedan recorrer el mismo camino de los niños. El camino del miedo y de la aparente soledad. Los padres descubren que hay un cambio desde el lenguaje mismo. Por ejemplo, una madre que justifica su propia prisa bajo la creencia de quiere mejorar económicamente al clan a través de dar al clan algo diferente de lo que ella recibió. Un videojuego, una beca, un viaje que no pudo tener ella, etc. Esta es su motivación, pero es una motivación que viene de la carencia, no de la abundancia.



“Cuando ella descubre que viene de la carencia, descubre el miedo y la soledad. Este es un momento de confrontación fuerte consigo misma. Lo trasciende y luego a través de un ejercicio de voluntad, rompe con esto. Esto se traduce en un asentamiento natural en el proceso general de la vida ; padres, hijos, hijas, esposas, esposos, madres. Todos se van colocando en el orden natural que les corresponde, alimentándose correctamente.”



¿Niños que vienen de una escuela tradicional, se adaptan al sistema de Atelier Índigo?
“Muy rápido. Igual que la bioquímica. A diferencia del adulto, los músculos infantiles están más flexibles y por lo tanto, su psique es mucho más flexible que la del adulto. Están más puros, sus repuestas son más rápidas y más sinceras. Esta sinceridad hace más compleja la relación con el adulto, precisamente porque los adultos manejamos códigos de conducta más estrechos y rígidos, menos honesto y libres. Una de nuestras principales herramientas es un lenguaje transformacional que impulsa a los niños a auto-observarse y en base a esto, reaccionar. Cuando un niño viene con un sentimiento de disgusto por algo, en lugar de no darle importancia o decir las mismas frases de siempre, como “no pasa nada”, le invitamos a auto-observarse en el aquí y en el ahora. Y sobre esta observación se le invita a hacer un cambio emocional.

¿Cual es la característica primordial de Atelier Indigo? ¿Qué es lo que ofrece diferente a otras instituciones?
“Atelier Indigo ofrece a los niños y padres, herramientas para construir su propio camino. Para que se dé una experiencia enriquecedora. No hay error. No hay ceros Hay dieces como un factor de negociación. La calificación no es algo o alguién externo que aprueba o desaprueba a los niños. El diez es un sólo un parámetro para seguir construyendo. El diez ya está en el niño, le damos el espacio para que lo reconozca. El niño aprende desde el punto de vista más alto, es su alma la que recuerda. Vemos que los niños traen unas problemáticas singulares ajenas, no son de ellos, sino de los adultos. Al niño le decimos que sí sabe, que lo único que tiene que hacer es recordar. Es increíble el efecto de estas aseveraciones. El poder de recordar en el niño es un poder basado en su propia confianza como ser humano. Atelier Indigo es esta escuela que estamos construyendo y por supuesto es la que yo personalmente quisiera haber tenido. Quiero dar al mundo y a los niños algo que yo no experimenté cuando estaba en la escuela de niña. Ese poder personal que surge del amor.




¿Que es el recuerdo?
“Es el proceso contrario al aprendizaje, el proceso contrario al olvido. El problema del ser humano es el olvido de SU PROPIA GRANDEZA. Los niños de Atelier Índigo son niños acostumbrados a reflexionar y auto-observarse. Ven la vida como una experiencia y no como serie de errores y aciertos que los adultos les imponemos.”.



“Nelson Mandela dice que no le tenemos miedo a nuestra oscuridad sino que le tenemos miedo a nuestra luz. Eliminar ese miedo es lo que quiero para padres e hijos, el miedo al amor y a la luz. Nuestro papel en este planeta es ser luz, esto es lo que le servirá al planeta. Sentirse pequeño no sirve de nada. Hay una anécdota de Einstein donde le preguntan sobre el bien y el mal. Él responde que el bien es la iluminación de lo que estaba oscuro, así que el mal sólo es ausencia del bien.

Comunidad Educativa Atelier Indigo
cANADA 95
Col. Parque San Andrés, Coyoacán
30 95 2177 y 56 89 41 67
WWW.ATELIERINDIGO.COM.MX











miércoles, 18 de febrero de 2009

NIÑOS RITALIN versus NIÑOS INDIGO

LA JORNADA
2 de abril del 2001

Los peligros de un mal diagnóstico sobre el Síndrome por Déficit de Atención
Niños Ritalín
por Juan Soto Ramírez
La prescripción del Ritalín (nombre comercial del metilfenidato) a niñas y niños que presentan síntomas de hiperactividad y déficit en la atención provoca desde hace años ácidas polémicas que ahora se insertan en el debate en torno a las llamadas causas "biológicas" de la conducta, en la búsqueda de una explicación de cómo el cerebro genera procesos como las emociones o explicar cómo se toman las decisiones. El meollo del asunto permanece en la elaboración profesional de un diagnóstico correcto: es posible que anomalías fisiológicas causen la hiperactividad y/o el déficit en la atención, en estos casos el uso del medicamento ha resultado positivo; pero también es probable que dichos síntomas sean signo del ambiente psicosocial que rodea al infante, es cuando la prescripción del Ritalín ha resultado cuestionable, pues hubiese bastado la modificación de las condiciones de vida del infante para lograr una mejoría en su conducta. Ahora la polémica llega a México, con el antecedente de que se ha llegado a acusar al laboratorio farmacéutico de crear, desarrollar y promover el diagnóstico mencionado en un esfuerzo por aumentar las ventas de su producto. Sobre este mismo tema se puede consultar el artículo de Benjamín Domínguez Trejo ¿"Causas" biológicas de la conducta? aparecido en Lunes en la ciencia el 15 de mayo del 2000 (Patricia Vega).


En algunos colegios de la ciudad de México, los alumnos a los que sin ningún argumento sólido o específico se les diagnostica el llamado Síndrome por Déficit de Atención, el cual ha sido multicuestionado por organismos sociales en los países desarrollados, se les administra indiscriminada y absurdamente Ritalín e Imipramina, entre otros fármacos de nociva procedencia. Lo cual demuestra que para cualquier psicólogo o psiquiatra sin una formación reflexiva, es más fácil prescribir una droga y categorizar un "desorden" que atacar el "problema".


Más que el análisis de la interacción creativa entre profesor y alumno, tal cual se ha desarrollado en países como Inglaterra y Alemania, haciendo uso de la teoría del caos y el análisis del discurso, nuestros "profesionales" de la conducta (de tercer mundo), suministran sustancias a nuestros niños que, en vez de favorecer su aprendizaje y creatividad, los condenan a la quietud y lentitud, actitudes que la psicología moderna creía lejanas desde hace mucho tiempo.


La historia de las escuelas activas en nuestro país generó expectativas seductoras para muchos sectores de la población, entre ellos grupos de izquierda "acomodada" y de derecha ilustrada. Los mitos de la apertura democrática desde 1968 generaron imágenes radicales que sólo con un sueño se podían alcanzar: niños participativos y cuestionadores de una infinidad de aspectos que no sólo los padres sino la cultura pretendían dibujar en un anhelo civilizatorio.


Lamentablemente, la ciencia médica, en correspondencia con la ciencia mental, ha avanzado muy poco. Requiere hoy niños "pasivos", "atentos", "quietos" y "sentados" formados en la industria Ritalín.


Sabemos que la multiplicidad de voces que construyen el conocimiento, siempre colectivo, no requiere de ese tipo de niños. Sobre todo, cuando la administración de este medicamento aumenta los riesgos de daño físico y mental en los pacientes. Las reacciones adversas, sorpréndase usted, pueden ser: nerviosismo, insomnio, urticaria, fiebre, dermatitis, eritema multiforme con hallazgos histopatológicos, anorexia, náuseas, vértigo, palpitaciones, dolor de cabeza, taquicardias, arritmia cardiaca, dolor abdominal e incluso han sido reportados (raramente), casos de síndrome de Tourette y psicosis tóxica.


Pero eso quizás no sea lo más grave. Ante una sociedad veloz, niños pasivos, no parecen ser la exigencia de un mundo gris. Frente a la psiquiatría y todas las psicologías simplificadoras del estímulo-respuesta, en las que no caben los infantes creativos e innovadores, la solución más común ha sido la sanción tipificadora de la anormalidad que se mitiga no sólo con un diagnóstico clínico sino con la administración de un fármaco prescrito médicamente.


Tendríamos que preguntar si queremos un mundo con niños Ritalín asesinos y tranquilos, como los requiere el mundo globalizado, según nos lo han mostrado las escuelas estadunidenses recientemente, o niños inquietos, inquisitivos, creativos y observadores como los requiere el mundo inmediato, exigente de respuestas y soluciones locales.


La duda, la sospecha y la incertidumbre son cualidades infantiles de nuestro tiempo. A estas alturas sabemos que la mente, el cuerpo y el cerebro son una tríada, no actúan de manera separada, pero a cantidades incalculables de psiquiatras y psicólogos aún se les olvida.


Ojo, el estudio de la mente no puede reducirse al del cerebro, pero esto no quiere decir que las actividades mentales y cerebrales no estén relacionadas. Lo preocupante es que los médicos atacan los síntomas (que están en el cerebro) y se olvidan del "síndrome". No se dan cuenta que ellos han construido un objeto psicológico que quieren extirpar con bisturí y eso es muy difícil.
El autor es profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa.
soto@xanum.uam.mx

sábado, 14 de febrero de 2009


■ Científicos canadienses investigaron a más de 600 personas para conocer su desempeño
El color rojo estimula la atención y el azul la imaginación, según estudio
■ Probable que la influencia en la forma moderna de pensar sea una conducta aprendida, explica Juliet Zhuk, de la Universidad Británica de Columbia
■ Los sujetos no estaban conscientes del efecto

Steve Connor (The Independent)
Si quiere atención al detalle, píntelo de rojo; si desea propiciar pensamiento creativo, de azul. Tal es la conclusión de un estudio sobre la forma en que el color dispara las variadas pasiones y sensibilidades de la mente humana.
Científicos que observaron el desempeño de más de 600 personas que se sometieron a una serie de pruebas sicológicas descubrieron que el rojo estimula la atención, en tanto el azul fertiliza la imaginación e inspira una actitud más arriesgada.
Los investigadores descubrieron que los sujetos del estudio no estaban conscientes del efecto del color sobre su pensamiento, y sugieren que estos hallazgos pueden usarse para múltiples propósitos, desde diseñar la decoración interior de una escuela hasta la comercialización de productos y servicios.
Investigaciones anteriores habían producido resultados contradictorios en términos del efecto de exponer a una persona a un fondo de color rojo o azul al pedirles realizar determinada tarea, señaló Juliet Zhuk, de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver, quien llevó a cabo el estudio, publicado en la revista Science.
“Se habían encontrado resultados conflictivos sobre si el rojo o el azul conducen a un mejor desempeño –señaló la doctora Zhu. Mostramos que si la tarea requiere atención detallada, el rojo servirá más, pero si es de índole creativa, el azul traerá mayor beneficio.”
Los humanos, como otros primates, tienen visión tricromática, es decir, de tres colores. Los evolucionistas creen que fue resultado de la necesidad de distinguir con facilidad la fruta madura de la verde en el bosque. Sin embargo, es probable que la influencia del rojo y el azul en nuestra forma moderna de pensar sea una conducta aprendida y no innata, añadió Zhu.
“Creemos que la diferencia se debe a asociaciones aprendidas –explicó–. Si en otra cultura el rojo se asocia a otros significados, puede que no encontremos los mismos resultados.
“Gracias a los semáforos, los vehículos de emergencia y las plumas rojas de los maestros, asociamos el rojo con el peligro, los errores y la precaución. La motivación de esquivar, o estado de alerta, que activa el rojo nos pone en guardia y nos ayuda a realizar tareas en las que se requiere atención cuidadosa para producir una respuesta acertada.”
En tanto, el azul se asocia a un cielo claro, a un océano abierto; es el color que nos anima a pensar “fuera del cuadro” y a ser creativos. También es el color de la calma y la tranquilidad.
“Mediante asociaciones con el cielo y el mar, la mayoría de las personas ligan el azul con la apertura y la paz. Las pistas benignas hacen que la gente se sienta segura para ser creativa y explorar; no es raro que sea el color favorito de muchas personas.”
Se llevaron a cabo seis pruebas sicológicas diferentes con voluntarios. Una se refería a una tarea de memoria: recordar 36 palabras en un periodo de dos minutos. Las personas tuvieron mejor desempeño cuando el color de fondo en la computadora era rojo, mientras el azul provocaba más recuerdos falsos.
Otra prueba era un desafío a encontrar diversos usos para un montón de ladrillos. El rojo o el azul no influyeron en el número de ideas, pero el azul produjo un resultado significativamente más alto en cuanto a la creatividad de las ideas.
Varias pruebas investigaban la forma en que el color afecta la actitud de una persona hacia una campaña publicitaria. Un fondo rojo estimulaba la atención hacia las detalladas capacidades tecnológicas de una cámara, en tanto el azul propiciaba ideas sobre posibles usos de ella. En forma similar, un anuncio de una marca ficticia de dentífrico tenía mayor impacto con un mensaje negativo, como “prevención de caries”, si el fondo era rojo, pero el azul tenía mayor impacto en un mensaje positivo, como “poder blanqueador”.
Distintas aplicaciones
Zhu indicó que el color de fondo en los anuncios podría tener efectos sutilmente distintos en un consumidor potencial. Cuando era rojo, inducía evaluaciones positivas de productos sobre los que se ofrecían detalles específicos, en oposición a los mensajes evocadores y creativos, en los cuales funcionaba mejor el azul.
“Si nos enfocamos en instalaciones educativas que busquen mejorar el desempeño en tareas orientadas a los detalles, como la memoria o la corrección de pruebas, o si queremos que las personas recuerden importantes efectos secundarios de medicamentos, el color rojo es más apropiado.
“En cambio, si queremos propiciar una lluvia de ideas para el proceso de desarrollo de un nuevo producto, o para producir ideas innovadoras, entonces es mejor usar el azul.”
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya

lunes, 2 de febrero de 2009

Atelier Indigo en Canal Once


La medicación en niños con TDAH
Fecha: 8 de abril del 2008
Reportero: Carlos Maldonado Fuente: Once Noticias


Los esfuerzos de los maestros por formar a sus alumnos a menudo se topan con obstáculos que no se solucionan en el salón de clases. “Al estar en el kinder mi niño se rehusaba a escribir, convivía muy bien con sus amiguitos, no había ningún otro problema, aprendía las cosas, pero a la hora de escribir, nos causaba un poquito de problemas porque no terminaba las planas”, comentó Margarita Cervantes, madre de niño con déficit de atención e hiperactividad.
Por dos años Margarita buscó el origen del problema de su hijo. El diagnóstico: Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad. Un padecimiento que, de acuerdo con los especialistas, afecta al 3% de los niños en edad escolar y puede permanecer hasta la adultez. “Una disminución en la atención, o sea el niño, el adolescente, inclusive el adulto, tiene problemas para lograr concentrarse en una actividad y concluirla, en segundo lugar encontramos problemas de impulsividad. Sus movimientos musculares, motoras, tienden a ser constantes”, dijo Ileana Petra, de psiquiatría y salud mental de la Facultad de Medicina de la UNAM.
La Comisión de Educación de la Cámara de Diputados ha advertido que el personal en las escuelas no está capacitado para tratar a un niño con más energía de lo normal. “Estamos rebasados, se está proliferando un mecanismo directo entre las agencias médicas y las escuelas, públicas y privadas, para decirle a las escuelas: usted tiene un niño con problema de hiperactividad, un niño con déficit de atención, un niño con TDAH, usted le puede dar un medicamento”, expresó Tonatiuh Bravo Padilla, de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
El Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad se trata de forma clínica mediante una terapia psicológica y, en algunos casos, con fármacos que buscan controlar el exceso de energía en los niños. “Son niños que están siendo rechazados, que los mandan al neurólogo, que los mandan con el paidosiquiatra y sobre todo que los medican. Es delicado estar viendo solamente el lado cómodo de tener un niño entre comillas quieto, atento, pero que no está desarrollando su potencial”, manifestó María Teresa Gómez López, del Centro Educativo Atelier Índigo.
Especialistas y legisladores han advertido sobre el riesgo de administrar medicamentos, como el Ritalin, para controlar a los alumnos. “Tienen grupos de 40, 50 niños, de pronto hay un niño en particular o dos que se están quedando atrás, o tienen un problema de hiperactividad, entonces se les hace muy sencillo medicar”, manifestó Bravo Padilla.
Margarita, tratando de ayudar a su hijo, recurrió a diversos exámenes y al final la sugerencia fue la misma: medicar a su hijo. “El neurólogo me decía: yo se lo doy a mi hija, tiene la edad de su chiquito. Y en la escuela también el consejo fue: mire, su hijo no sería el único, tenemos a varios en ese caso, de repente no lo piensas, y dices, bueno, si le ha funcionado a otros puede que mi hijo mejore”, indicó Margarita.
Sin embargo, el abuso en la administración de este medicamento, puede provocar una predisposición al uso de sustancias psicotrópicas. “Generan una alteración interna y predisposición a que el niño tenga, a que el humano que estuvo ingiriendo de alguna manera sustancias tenga predisposición para tener más adelante, la necesidad de ingerir otro tipo”, agregó Gómez López.
El Congreso de la Unión busca modificar los artículos 75 y 76 de la Ley General de Educación para definir claramente las atribuciones de los docentes sobre la salud de sus alumnos. “Que ningún profesor pueda administrar sin prescripción médica, como lo establecen las leyes de salud y sin autorización expresa de los padres de familia, ningún medicamento, pero particularmente se incurre en sanción si se administra alguno que contenga psicotrópicos”, concluyó Tonatiuh Bravo.
No hay datos sobre la magnitud de este problema. Sin embargo, algunos legisladores han detectado esta práctica sobre todo en escuelas privadas. La SEP, por su parte, señala que son acciones inadmisibles.
http://oncetv-ipn.net/noticias/index.php?modulo=despliegue&dt_fecha=2008-04-08&numnota=13

domingo, 1 de febrero de 2009

Más Sobre el Grito Azul

Participación de Carlos Martell en la presentación del libro El Grito Azul, escrito por Mariaté Gómez y Violeta Maldonado
Buenas Noches.-
Todos aquí hemos pasado por experiencias educativas, pero la mayoría han sido negativas o frustrantes.

Desde que entramos al sistema escolarizado nos topamos con una estructura educativa que siempre todos hemos deseado fuera mucho mejor.
¿Es siempre la escuela, una experiencia frustrante? Es la educación un proceso siempre doloroso????
Pienso que en parte, asi lo es. Es doloroso siempre, hasta que descubrimos que puede ser gozoso.
Es doloroso porque nos fuerza a crecer, y crecer no siempre es placentero. No es placentero porque nos obliga dejar atrás esa zona de comodidad que ya conocemos y dominamos. Esa zona de nuestra propia conveniencia.
A fin de cuentas, ¿Quién diablos piensa o quiere en transformarse o hacer cambios en la propia vida?

Este libro, EL GRITO AZUL, es el primero de una serie que narra las experiencias educativas de Mariaté y Violeta con niños que en su mayoría y por diversas razones han sido rechazados de otras escuelas, mis propias hijas, estuvieron en 4 escuelas diferentes antes de llegar a Atelier Indigo.
En Atelier Indigo, la escuela de Mariate y Violeta, ellas sintieron que por fin llegaron a casa. Mi esposa y yo también así lo sentimos. A fin de cuentas pasamos casi la mitad de nuestra vida de niños y jóvenes en la escuela. ¿Por qué no considerarla como un segundo hogar?
El trabajo que Mariaté y Violeta realizan en Atelier Indigo es diferente...digamos bastante "sui generis". Uno se da cuenta de esto al leer El Grito Azul.
En principio, para inscribirte a Atelier Índigo, somos los padres los que hacemos la "prueba", los que hacemos el examen de admisión.¡Un examen muy difícil……! Este examen consiste en saber y asumir que nuestros hijos somos nosotros mismos. Y que los cambios en ellos dependende nuestros propios cambios. Dependen de nuestra propia transformación....

Aquí en la escuela de Mariaté y Viole he visto con tristeza como los padres renuncian a continuar el proceso educativo familiar. Prefieren continuar su vida, sin luchar por más. También he visto con alegría que hay padres y familias que continúan realizando trabajo personal, enfrentándose día a día con sus propios fantasmas existenciales para trascenderlos, logrando con ello una conciliación con las energías familiares atoradas que se reflejan en las conductas de los hijos.
Los hijos no son rebeldes, ni hiperactivos, porque quieran serlo. En el fondo existe una mandato inconciente de los padres. Somos nosotros los que de alguna manera hacemos que se comporten así.
Igual sucedió con nosotros y nuestros padres.
Hablamos de un "mandato no escrito" que al realizarse asegura la continuidad de nuestro linaje.

Este es el embrollo que los nuevos niños vienen a resolver y lo hacen con todas estas conductas que Mariate y Viole nos narran. Esta es la magia "entre comillas" que sucede en su escuela. Un reacomodo de las energías familiares, siempre en la dirección correcta y adecuada. Y este es el futuro y la transformación de nuestro mundo.

Mientras no haya un cambio interior, no podrá haber un cambio externo.

Cito A la Gran Abuela Rita Pitka de la comunidad indígena de Alaska, quien dice "Cuando podamos sanarnos a nosotros mismos, podremos sanar a nuestros ancestros, nuestras abuelas y abuelos, nuestros propios hijos. Podremos sanar nuestra Tierra Sagrada".

Mariate habla constantemente que la palabra" prisa" no debe de existir en el proceso educativo "El proceso educativo, dice, debe ir acorde a los tiempos naturales de transformación. La mariposa necesita un tiempo para convertirse en mariposa, los árboles, las plantas, los animales. Toda la vida tiene un tiempo natural que no debe ser alterado. De la misma manera los procesos educativos en el niño tienen un tiempo natural que debe ser honrado y respetado, especialmente por nosotros los adultos".

Reflexión sobre la educación

"Los niños vienen al mundo para educar a los padres".
Sabiduría budista