jueves, 29 de diciembre de 2011

LA EDUCACIÓN QUE TENEMOS ROBA A LOS JÓVENES LA CONCIENCIA, EL TIEMPO Y LA VIDA

ENTREVISTA A CLAUDIO NARANJO-
Por Alberto D. Fraile Oliver

Cuando uno escucha a este psiquiatra chileno de 75 años da la sensación de estar frente al Jean-Jacques Rousseau de nuestro tiempo. Cuenta que estaba bastante dormido hasta que en los años 60 se fue a vivir a EE.UU., allí fue discípulo de Fritz Perls, uno de los grandes terapeutas del siglo XX y formó parte del equipo del Instituto Esalen en California. Allí tuvo grandes experiencias en el mundo terapéutico y en el mundo espiritual. Contactó con el sufismo y se convirtió en uno de los introductores de Eneagrama en Occidente. También bebió del budismo tibetano y el zen. Claudio Naranjo dedicado su vida a la investigación y a la docencia en Universidades como Hardvard y Berkeley. Ha fundado el programa SAT, una integración de la terapia Gestalt, el Eneagrama y la Meditación para enriquecer la formación de profesores.

En este momento está lanzando un aviso muy contundente: o cambiamos la educación o este mundo se va a pique.- ¿Dices que para cambiar el mundo hay que cambiar la educación ¿cuál es la problemática de la educación y cuál es tu propuesta?
La problemática en la educación no es de ninguna manera la que a los educadores les parece que es. Creen que los estudiantes ya no quieren lo que se les ofrece. A la gente se le quiere forzar a una educación irrelevante y se defiende con trastornos de la atención, con desmotivación. Yo pienso que la educación no está al servicio de la evolución humana sino de la producción o más bien de la socialización. Esta educación sirve para domesticar a la gente de generación en generación para que sigan siendo unos corderitos manipulables por los medios de comunicación. Esto es socialmente un gran daño. Se quiere usar la educación como una manera de meter en la cabeza de la gente una manera de ver las cosas que le conviene al sistema, a la burocracia. Nuestra mayor necesidad es la de una educación para evolucionar, para que la gente sea lo que podría ser. La crisis de la educación no es una crisis más entre las muchas crisis que tenemos, sino que la educación está en el centro del problema. El mundo está en una crisis profunda porque no tenemos una educación para la conciencia. Tenemos una educación que en cierto modo le está robando a la gente su conciencia, su tiempo y su vida. El modelo de desarrollo económico de hoy ha eclipsado el desarrollo de la persona.-

¿Cómo sería una educación para que seamos seres completos?
La educación enseña a la gente a pasar exámenes, no a pensar por si misma. En un examen no se mide la comprensión, se mide la capacidad de repetir. ¡Es ridículo, se pierde una cantidad tan grande de energía! En lugar de una educación para la información, se necesitaría una educación que se ocupe del aspecto emocional y una educación de la mente profunda. A mi me parece que estamos presos entre una alternativa idiota, que es la educación laica y una educación autoritaria que es la educación religiosa tradicional. Está bien separar Estado e Iglesia pero, por ejemplo en España, han echado por la borda el espíritu como si religión y espíritu fueran la misma cosa. Necesitamos que la educación atienda también a la mente profunda.

- ¿Cuándo hablas de espiritualidad y de mente profunda a qué te refieres exactamente?
Tiene que ver con la conciencia misma. Tiene que ver con aquella parte de la mente de la que depende el sentido de la vida. Se está educando a la gente sin ese sentido. Tampoco es la educación de valores porque la educación de valores es demasiado retórica e intelectual. Los valores deberían ser cultivados a través de un proceso de transformación de la persona y esta transformación está muy lejos de la educación actual. La educación también tiene que incluir un aspecto terapéutico. Desarrollarse como persona no se puede separar del crecimiento emocional. Los jóvenes están muy dañados afectiva y emocionalmente por el hecho de que el mercado laboral se traga a los padres y ya no tienen disponibilidad para los hijos. Hay mucha carencia amorosa y muchos desequilibrios en los niños. No puede aprender intelectualmente una persona que está dañada emocionalmente. Lo terapéutico tiene mucho que ver con devolverle a la persona la libertad, la espontaneidad y la capacidad de conocer sus propios deseos. El mundo civilizado es un mundo domesticado y la enseñanza y la crianza son instrumentos de esa domesticación. Tenemos una civilización enferma, los artistas se dieron cuenta hace mucho tiempo y ahora cada vez más los pensadores.

- A la educación parece solo interesarle desarrollar la parte racional de la gente ¿Qué otras cosas podrían desarrollarse?
Yo pongo énfasis en que somos seres con tres cerebros: tenemos cabeza (cerebro intelectual) , corazón (cerebro emocional) y tripas (cerebro visceral o instintivo). La civilización está íntimamente ligada por la toma de poder por el cerebro racional. Con el momento en que los hombres predominaron en el dominio político, unos 6000 años atrás, se instaura esto que llamamos civilización. Y no es solamente el dominio masculino ni el dominio de la razón sino también de la razón instrumental y práctica, que se asocia con la tecnología; es este predominio de la razón instrumental sobre el afecto y sobre la sabiduría instintiva lo que nos tiene tan empobrecidos. La plenitud la puede vivir sólo una persona que tiene sus tres cerebros en orden y coordinados. Desde mi punto de vista necesitamos una educación para seres tri-cerebrados. Una educación que se podría llamar holística o integral. Si vamos a educar a toda la persona, hemos de tener en cuenta que la persona no es solo razón. Al sistema le conviene que uno no esté tanto en contacto consigo mismo ni que piense por sí mismo. Por mucho que se levante la bandera de la democracia, se le tiene mucho miedo a que la gente tenga voz y tenga conciencia. La clase política no está dispuesta a apostar por la educación.- La educación nos sumerge en un mar de conceptos que nos separan de la realidad y nos aprisiona en nuestra propia mente.

¿Cómo se puede salir de esa prisión?
Es una gran pregunta y es una pregunta necesaria en el mundo educacional. La idea de que lo conceptual sea una prisión requiere una cierta experiencia de que la vida es más que eso. Para uno que ya tiene el interés en salir de la prisión de lo intelectual, es muy importante la disciplina de detener la mente, la disciplina del silencio, como se practica en todas las tradiciones espirituales: cristianismo, budismo, yoga, chamanismo. Parar los diálogos internos en todas las tradiciones de desarrollo humano ha sido visto como algo muy importante. La persona necesita alimentarse de otra cosa que conceptos. La educación quiere encerrar a la persona en un lugar donde se la somete a una educación conceptual forzada, como si no hubiera otra cosa en la vida. Es muy importante, por ejemplo, la belleza. La capacidad de reverencia, de asombro, de veneración, de devoción. No tiene que ver necesariamente con una religión o con un sistema de creencias. Es una parte importante de la vida interior que se está perdiendo de la misma manera en que se están perdiendo los espacios bellos de la superficie de la Tierra, a medida que se construye y se urbaniza.

- Precisamente quería preguntarte tu opinión sobre la crisis ecológica que vivimos.
Es una crisis muy evidente, es la amenaza más tangible de todas. Se puede prever fácilmente que con el calentamiento de la Tierra, con el envenenamiento de los océanos y otros desastres que están pasando, no vamos a poder sobrevivir tantas personas como las que somos ahora. Estamos viviendo gracias al petróleo y consumimos más recursos de los que la tierra produce. Es una cuenta atrás. Cuando se nos acabe el combustible será un desastre para el mundo tecnológico que tenemos. La gente a la que llamamos más primitiva como los indígenas tienen una forma de tratar a la naturaleza que no viene del sentido utilitario. En la ecología como en la economía y otras cosas, hemos querido prescindir de la conciencia y funcionar sólo con argumentos racionales y eso nos está llevando al desastre. La crisis ecológica sólo puede pararse con un cambio de corazón, verdadera transformación, que sólo la puede dar un proceso educativo. Por eso no tengo mucha fe ni en las terapias ni en las religiones. Solo una educación holística podría prevenir el deterioro de la mente y del planeta.

- ¿Podríamos decir que has encontrado un equilibrio en tu vida a esas alturas?
Yo diría que cada vez más aunque no he terminado el viaje. Soy una persona que tiene mucha satisfacción, la satisfacción de estar ayudando al mundo en el que estoy. Vivo feliz, si se puede ser feliz en esa situación trágica en la que estamos todos.

- Desde tu experiencia, tu trayectoria y tu madurez, ¿cómo procesas el hecho de la muerte?
En todas las tradiciones espirituales se aconseja vivir con la muerte al lado. Hay que hacerse a esa evidencia de que somos mortales y creo que el que toma la muerte en serio no será tan vano. No tienes tanto miedo a cosas pequeñas cuando hay una cosa grande de la cual preocuparte más. Yo creo que la muerte sólo puede superarla uno que en cierto modo muere antes de morir. Uno tiene que morir a la parte mortal, a la parte intrascendente. Los que tienen suficiente tiempo y vocación y que llegan suficientemente lejos en este viaje interior se encuentran tarde o temprano con su verdadero ser. Y ese ser interior o ese ser lo que uno es, es algo que no tiene tiempo y que le da a una persona una cierta paz o un sentido de invulnerabilidad. Estamos muy absortos en nuestra vida cotidiana, en nuestros pensamientos de alegría, tristeza, etc. No estamos en nosotros, no estamos atentos a quien somos. Para eso necesitamos estar muy en sintonía a nuestra experiencia del momento. Esta es la condición humana, estamos viviendo hacia el pasado y el futuro, el aspecto horizontal de nuestra vida. Pero poco atentos a la dimensión vertical de nuestra vida, el aspecto más alto y más profundo, eso es el espíritu y es nuestro ser y la llave para acceder es el aquí y ahora. A veces vamos en busca del ser y a veces nos confundimos en la búsqueda de otras cosas menos importantes como la gloria.
Como su estimado socio, el espacio, el tiempo nos recuerda que somos seres limitados y nos alienta a hacer de esa limitación una razón para la búsqueda (y el encuentro) de aquello que le dé un sentido a nuestro transcurrir y al paso de él por nosotros. Posiblemente *el tiempo sea, después de todo, esta pregunta: ¿qué vas a hacer mientras estés aquí, cuál será tu huella, la que marques en tu momento y quede indeleblemente impresa en todos los instantes que se sucedan de ahí en más?*

jueves, 29 de septiembre de 2011

"Todos los niños pueden ser Einstein si los motivas bien"


Fernando Alberca, profesor de secundaria. Autor de Todos los niños pueden ser Einstein (Ed. Toromitico), libro en que Alberca aboga por el afecto en vez de la amenaza y la sanción para acabar con el fracaso escolar.
• 27/09/2011 Por Víctor - M. Amela . La Vanguardia, ESPAÑA
¿Todos los niños pueden ser Einstein?Tus hijos pueden alcanzar cualquier logro intelectual.
Pero Einstein... ¡eso es picar muy alto!Einstein fue carne de fracaso escolar hasta los 15 años. "Mortalmente lerdo", diagnosticó de él una profesora. "No está preparado para aprender, no llegará a nada", dijo otro.
¿Tan desastroso era?Su propia madre decía que era retrasado mental. Hasta los nueve años no habló bien.
¿Qué le pasó para pasar a ser genial?Lo que puede pasarle a cualquiera: motivación y método. Motivación: pese a haber suspendido, un profesor le invitó a asistir gratis a sus clases. Por primera vez, sintió que le valoraban, que creían en él. ¡Sintió cariño!
¿Asistió Einstein a esa clase?Tuvo que irse a otra escuela. Pero allí un profesor de historia hizo lo que nadie antes: pedirle opinión sobre las cosas.
¿Esto motivó a Einstein?Sí. Si sientes que confían en ti, ¡te creces, para ser merecedor!
¿Y qué es eso del método?Usó el hemisferio derecho para resolver problemas del izquierdo. Visualizaba una solución, y su esposa le ayudaba a formularla matemáticamente. Pero era el hemisferio derecho, el intuitivo y creativo, el que resolvía, no el izquierdo, el matemático.
Yo lo pasé fatal con las matemáticas.Tus profesores no valoraron el uso de tu hemisferio derecho: podrías haber acabado encontrando la solución, pero no te dieron tiempo. Todos los escolares pueden ser motivados y todos pueden triunfar.
Cada uno nace con su inteligencia...
El coeficiente de inteligencia es innato, permanece inalterable... y no sirve para nada. ¡Lo determinante es la motivación!
¿Cómo motiva usted a sus alumnos?Les digo que todos pueden sacar un 10 conmigo. A partir de ahí, ¡un 5 les parece poco!
¿Tan fácil?La escuela pone el foco en la sanción, fomenta el miedo al error. Debería ponerlo en el acierto. Y en la creatividad. Pregunté a mis alumnos: "De ocho caracoles de una cesta, salen tres, ¿cuántos quedan?".
Cinco, le dirían."Ocho –respondió uno–, porque han salido del caparazón, ¡pero no de la cesta!". ¡Es una respuesta que no debería ser penalizada!
Entre tanto, 30% de fracaso escolar.Nuestra escuela parece reñida con la inteligencia. ¡Es imposible que haya un 30% de tontos! Desconfiamos de los alumnos, los educamos para evitar el fracaso y no para tener éxito. ¡Aprendamos a jugar al éxito!
¿A usted le funciona?Desde 1993 sólo he tenido que suspender a dos alumnos. Me han reñido por aprobar tanto. ¿Por qué? ¿No está bien lograr estimular a los alumnos para que triunfen?
Pues aconseje a sus colegas profesores.Sabed ser el jefe de la camada. Alguien a quien los alumnos quieran seguir. Que noten que tú les ayudarás a mejorar.
¿Algo más?Sí: no olvidéis la grandeza de este oficio. Centraos en los por qué y para qué más que en los cómo. Y usad lo que hoy se sabe acerca del aprendizaje.
¿Qué se sabe?Que somos animales emocionales, y que una simple mirada aprobatoria de un profesor... estimulará al alumno. ¡Sólo educa quien quiere a alguien! Si queréis a vuestros alumnos, educaréis. Si no, no.
Nada estimula más a un alumno que el afecto, me quiere decir.Es así. Sonríe... y exige. Si tu hijo detecta que confías en él, querrá superarse. A los niños les atrae el reto, la heroicidad.
Los padres, ¿debemos ayudarles o no a hacer las tareas?Si tu niño puede abrocharse el abrigo, no se lo abroches tú. Oriéntale en las tareas, pero dile que sabes que él los resolverá. Si se los resuelves tú, le enseñas a ser incapaz.
Si pudiera imponer una sola reforma escolar, ¿cuál sería?Dedicaría toda la primaria a una sola y única cosa: ¡aprender bien a leer y escribir!
¿Y nada más?¡Nada hay más decisivo! Si están bien avezados en la lectura, podrán estudiar lo que quieran: se abren la puerta a todos los conocimientos. Y cuantas más cosas aprendan leyendo, ¡más inteligentes serán!
¿No es al revés?"El aprendizaje es experiencia, el resto es información", dijo Einstein. No aprendes cosas porque eres inteligente: aprender cosas te hace inteligente.
Si de verdad eres inteligente, serás feliz.
¿Ah , sí?La inteligencia consiste en resolver problemas, y el problema más difícil es ser feliz.
¿Puedo enseñarles a mis hijos cómo vivir felices?Enséñales a superar obstáculos. A ver lo extraordinario en lo ordinario. A que todo acto tiene consecuencias. Y a amar de verdad.
¿Cómo se ama de verdad?Sin esperar nada a cambio. Nada reporta tanta felicidad como hacer feliz al otro sin que siquiera se entere.
¿Haciendo eso nuestros hijos sean inteligentes y felices?Dependerán menos de los azares y serán capaces de lo que se propongan. Y lo inteligente podría ser proponerse quizas, no estudiar una carrera.

jueves, 30 de junio de 2011

El momento artístico como un momento educativo


ARTE EN ATELIER

Cuando una mariposa mueve las alas en Tailandia,
algo cambia en Nueva York.

“¡Mira esta escultura que hice!, me dice Ray al mostrarme un par de figuras de plastilina, representa mis miedos y esta otra representa la forma en que me sobrepongo a ellos. En nuestra escuela tenemos clases de Arte, Clown, Música, además dibujamos y coloreamos Mándalas como un sistema de conocerse a uno mismo”, recalca.

Efectivamente en esta comunidad educativa el contacto con el arte se incluye en la currícula escolar no tanto como educación estética o educación artística sino como un medio de expresión y de autoconocimiento. “En la educación toda manifestación artística tiene un aspecto muy importante; el aspecto de la sanación, nos explica Violeta Maldonado co-fundadora de Atelier Indigo. Y añade, estamos hablando de la creatividad en general, como una manera de liberación interior que aprovecha esa energía creativa personal que nos da vida. El arte nos hace caminar por el camino de las sensaciones, de las emociones y de los sentimientos. Explorarlos, admitirlos y manifestarlos es parte esencial de nuestra propuesta educativa. “

Pero, ¿de qué manera educa y cura el arte? preguntamos. “El arte educa cambiando la fisiología corporal y mental de una persona. Un cambio que va del temor a la libertad, de la contracción a la inspiración. El arte coloca al niño en un distinto patrón de onda cerebral, afecta cada célula. Cambia la percepción del mundo. Crea confianza, esperanza y seguridad.

“El arte nos lleva a nuestro mundo interno permitiendo que se produzca el momento luminoso de la educación. El arte es la forma más antigua de relacionarse con el “sanador interno” ese sabio personal que me permite recordar nuestra esencia verdadera. La educación busca el cambio y el arte lleva la energía del niño a la creatividad produciéndose una transformación que afecta a los diversos niveles y sistemas personales” enfatiza Violeta.

El arte y la realidad cuántica
La mayoría de las personas todavía sostienen principios de una realidad cartesiana que afirma que causa y efecto son independientes del observador. De acuerdo a la física cuántica todo está interconectado, aún el observador mismo afecta los resultados mismos. Materia, energía, tiempo y espacio se afectan entre sí. De tal manera que cuando algo se mueve el resto se afecta. Cuando nos movemos en la conciencia del campo cuántico la probabilidad es mayor de que cuerpo, mente y espíritu se perciban como uno

En el mundo de la física cuántica, la luz se dobla cuando el observador se mueve, la materia se vuelve energía; el tiempo cambia a medida que nos acercamos a la velocidad de la luz y una partícula afecta a todo lo demás.

¿Cómo entender esta visión de unidad y totalidad en el campo educativo? Podemos asegurar que existe un momento educativo, un instante revelador. Es el momento personal de cambio y trascendencia y ocurre en los diversos planos. Es el lugar de la curación, es el lugar de los milagros. Si lo vemos desde un punto de vista trascendental es el “momento educativo” que detiene el mundo ordinario para palpar un lugar sin tiempo y sin espacio.

Y ¿cuál es la manera de ir más allá del espacio y el tiempo? La meditación es una manera, pero también el arte. Muchos hemos sentido ese momento cuando el tiempo desaparece, cuando se percibe o se hace arte. El momento educativo es el momento de palpar la armonía, el equilibrio y la resonancia; lo contrario implica bloqueo, contracción, destrucción y resistencia.

Es común escuchar que hacer arte es como si el tiempo volase o desapareciera, como si se estuviese en un lugar diferente. Por ello, hacer arte nos pone entre el tiempo y el espacio, en un lugar donde estas leyes no se aplican de la misma manera, donde la persona como observadora crea la realidad e influye sobre los resultados y donde todo está interrelacionado.
Hacer arte es como la acción de rezar que tiene un impacto en el tiempo y el espacio, pues se establece otro nivel de interrelación con la realidad donde “el momento educativo” tiene mayores probabilidades de manifestarse. El momento educativo es como el “eureka”, es como la inspiración, es como la intuición humana que se revela.

Cuando hay un desequilibrio en la persona se produce una energía destructiva interna y externa. El arte nos permite construir. Es la forma más antigua, junto con el rezo, de conectarse con un espíritu superior, diferente a lo cotidiano, donde la energía del desequilibrio busca su propia transformación. Este es parte de un proceso de cambio en la educación.
Ya Platón enunciaba en su libro La República, que “el arte debe ser la base de la educación. Y más recientemente el destacado teórico del arte Herbert Read hace una invitación a quienes de algún modo estamos vinculados con la educación para que “nuestra actitud monótona y displicente y nuestra visión sesgada de las actividades propias del oficio, se encaminen por la ruta de la estética, de la belleza, de la creatividad, del juego”.
En su libro Educación artística y desarrollo humano, Howard Gardner afirma, concediéndole la razón de sus propuestas a Read que: “En el trabajo llevado a cabo con mis colegas durante los últimos años...se encuentran pruebas convincentes de que los estudiantes aprenden de manera eficaz....cuando su aprendizaje artístico está anclado en la producción artística; cuando hay un intercambio fácil entre las diversas formas de conocimiento, incluyendo las formas intuitivas, artesanales, simbólicas y nota-cionales; y cuando los estudiantes gozan de una holgada oportunidad para reflexionar sobre su progre-so. Es necesario, urgente, si se quiere tener un país con mejores oportunidades, con mejores personas, con mejor calidad de vida, ceder el paso a una educación más integral, más dinámica, más ecléctica y menos verbalista y academicista.
Cuando el docente se para al frente de un grupo de niños o jóvenes ansiosos y les retribuye esa ansiedad con exagerado verbalismo o con la actitud pasiva y rutinaria de quien no tiene nada más que ofrecer, siente en carne propia la frustración y la rabia de saber que ellos están siendo engañados.
La taza está llena y ha comenzado a rebosarse. Las amenazas, los regaños, los insultos, las palabras vacías, no calan en lo niños y jóvenes. Sólo la acción de una verdadera propuesta revestida de percep-ción, de creatividad, de belleza, de arte, de ciencia, de lógica combinadas, llegará al cerebro y al co-razón de los estudiantes y despertarán del letargo humillante que los acosa y los tiene como muertos.
(carlos martell)

viernes, 10 de junio de 2011

LA EDUCACION LENTA


Conversación virtual entre Joan Domenech y Carl Honore
Lunes, 25 de Octubre de 2010

El movimiento Slow crece desde hace años a un ritmo imparable. Domènech y Honoré son los principales responsables de que también la educación y la vida de los niños y niñas se mire a la luz de esta filosofía. Este es el resultado de una conversación en forma de intercambio de correos electrónicos.
Preguntas de Joan Domènech a Carl Honoré
J.D. En los movimientos de la lentitud (slow food, slow cities, etc) hay un planteamiento común que yo analizo como el de intentar devolver el tiempo a las personas. Este planteamiento tiene unas connotaciones claramente educativas. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
C.H. Sin duda. Aprender es una cuestión de ritmo y timing. Los niños necesitan encontrar retos académicos adecuados a su estadio de desarrollo y que se les dé el tiempo suficiente para procesar lo que están aprendiendo. Esto implica que el poder sobre el tiempo se transfiere del maestro y el currículum al niño, o que se pone su necesidad de tiempo en el centro de la educación.
También es importante recordar que cada niño o niña es diferente, lo cual significa que cada niño desarrolla y aprende a una velocidad distinta. Dentro de lo posible, necesitamos adecuar nuestro sistema educativo para que se ajuste al tiempo justo de cada niño.
J.D. Las familias, hoy en día, parecen prisioneras de la prisa. Por una parte quieren dar lo mejor a sus hijos e hijas, y por otra no pueden estar con ellos en calma. En muchos casos la imposibilidad es real: madres solas trabajadoras, familias con trabajos precarios…y eso significa estrés para llegar a todo ¿Hasta qué punto la educación lenta es posible en casa?
C.H. Hay, claramente, muchas presiones sobre las familias. De hecho, la educación lenta empieza en casa. Mucho antes de que los niños vayan a la escuela, los padres pueden dar forma al uso de su tiempo, mostrarles el valor del silencio y de la reflexión, enseñarles el arte de la paciencia. Pero ante todo, los padres y las madres deberían dejar de vivir acelerados. Es duro, pero no imposible. Siempre hay maneras de reducir el frenesí y llevar la calma a casa.
J.D. Las presiones sobre la escuela para que aumenten los contenidos del currículum, se avancen los objetivos en el tiempo –por ejemplo el aprender a leer-, los niños y niñas estén absolutamente ocupados… están muy generalizadas. ¿Intuyes algún tipo de relación entre estos fenómenos y el llamado “fracaso escolar”?
C.H. El “fracaso escolar” tiene muchas otras causas, más allá de la actual gestión de las escuelas, incluyendo las crisis familiares, la pobreza, la sustitución de las interacciones personales por la tecnología, etc. Pero ciertamente, podemos darle una parte de la culpa a nuestra obsesión con la educación precoz, con el énfasis en la presión por saturar de aprendizajes académicos cada vez más temprano y más rápido. Esta manera de hacer es contraria al aprendizaje. Es por ésta razón que las culturas que se basaban en el aprendizaje precoz en Asia, ahora están modificando este modelo de alta presión, reduciendo las horas de clase, los deberes y el énfasis en los exámenes. Es por ésta
razón que las escuelas de toda Inglaterra están boicoteando el SAT (test estándar de conocimientos adquiridos), porque los maestros consideran que presionan demasiado a los niños y distorsionan la educación. Y es por ésta razón que Finlandia, donde los niños empiezan la escuela a los siete años y hacen menos exámenes, deberes y horas de clase, se ha convertido en el país favorito de la educación internacional.
J.D. El sistema educativo intenta ser equitativo y compensar las desigualdades de origen existentes entre la población que llega a la escuela. Adaptar la escuela a los ritmos de aprendizaje de cada niño o niña parece ser un buen objetivo que está relacionado con los planteamientos de la educación lenta. ¿Conoces experiencias que hayan desarrollado estos objetivos y hayan obtenido resultados en esta dirección?
C.H. Hasta cierto punto, creo que los buenos maestros, sea cual sea el sistema con el que enseñen, intentan respetar el ritmo de cada alumno. Cualquiera que haya estado en una clase sabe que este es precisamente el modo natural de enseñar. Por ésta razón, en la escuela primaria publica de Londres a la que van mis hijos, los maestros agrupan a los niños de diferentes formas en función de los aprendizajes y hacen lo posible por dar a cada niño el tiempo que necesita. El problema es que el sistema muchas veces no da suficiente tiempo o suficiente libertad para llevar este modelo tan lejos como sea necesario.
Hace poco visité la escuela Steiner de South Devon, un centro Waldorf al sureste de Inglaterra, y me impresionó su insistencia en adaptarse al ritmo de aprendizaje de cada niño. Creo que el modelo de escuelas de Reggio Emilia, en Italia, es otro ejemplo brillante de cómo dar curso a la curiosidad y a la capacidad de aprender de los niños, a través del respeto a sus ritmos.
J.D. La educación lenta es más una “educación del tiempo justo” que una educación que no plantea exigencias, o que se limita a “dejar pasar el tiempo” sin ningún tipo de planificación. ¿Crees sin embargo que el término educación lenta debe seguir planteándose?
C.H. Esto es una cuestión que afecta a todo el movimiento Slow, el movimiento Lento. En nuestra cultura, la palabra lento es una palabra sucia, es sinónimo de perezoso, aburrido, ineficiente, no moderno. Pero la buena noticia es que el movimiento Slow está consiguiendo romper con este tabú. La gente entiende cada vez más que Lento o Lenta tiene un significado más amplio y más profundo que lento, que representa toda una filosofía de vida.
Seguro que sería más exacto hablar de educación del tiempo justo, pero no sería muy atractivo como eslogan. La belleza de la palabra lento, lenta es que es expresiva, ingeniosa, contracultural y provocativa; fuerza a la gente a pararse, pensar y quizá replantearse sus prejuicios.
J.D. Creo que la educación tiene un papel clave en la construcción de nuevas maneras de vivir, sentir y organizar el tiempo entre las nuevas generaciones. ¿Hasta qué punto crees que esto es posible? ¿O piensas que hay otros factores mucho más decisivos?
C.H. Estoy de acuerdo con que la educación tiene un rol clave, en esto. Es más fácil formar mentalidades, destruir prejuicios y abrir mentes cuando tratas con niños y niñas. Se hace más difícil cambiar las actitudes de la gente cuando son mayores porque estas actitudes se endurecen con el tiempo.
Dicho esto, hay también otros factores. Si tenemos que crear nuevas formas de vivir, sentir y organizar el tiempo, también debemos revolucionar nuestros sistemas políticos y económicos.
Preguntas de Carl Honoré a Joan Domènech
C.H. El término Slow Education, Educación Lenta, se ha hecho global. Joan, ¿piensas que algunas culturas tienen más inclinación natural a aceptar ésta nueva manera de pensar sobre la educación?
J.D. Seguramente. Hay culturas que, por los contextos en los que se desarrollan, pueden tener un planteamiento más lento de entrada. El problema es que, en un mundo globalizado, todo queda contaminado y, en nuestro caso, la velocidad, las prisas, los objetivos del “cuanto antes mejor” llegan a cualquier lugar del planeta. Las culturas que habían construido otra forma de entender el tiempo o que conservaban valores como los que queremos recuperar, se han visto inmersos en una corriente favorable a la velocidad, a la rapidez. Yo creo que, en estas culturas, la velocidad se ha identificado con el progreso y, por lo tanto, han pensado que, o aceleran, o pierden el tren del progreso y la mejora educativa.
La globalización tiene esta parte negativa, pero también la parte positiva de extender por todo el planeta la idea que hay que desacelerar nuestras vidas y, naturalmente, la educación si, en este caso, queremos conseguir una educación más en correspondencia con el desarrollo de una sociedad más justa, más inclusiva, más equitativa.
La educación lenta y el retorno a la verdadera calidad de los aprendizajes y de la educación son dos aspectos íntimamente unidos.
C.H. La comunidad empresarial siempre se queja que los alumnos no están suficientemente bien formados hoy en día. ¿Qué crees que la educación lenta tiene para ofrecer al mundo de la empresa? ¿Y cómo podemos argumentar mejor la educación lenta a los empresarios?
J.D. Yo mantengo que los planteamientos de la educación lenta, más respetuosos con los ritmos de aprendizaje de los niños y jóvenes han de traer grandes beneficios tanto a todo aquél alumnado que ha visto castigada su lentitud, su ritmo de aprendizaje más lento y diferente, como a todos alumnos que por sus capacidades – entre ellas las de adaptación a una educación claramente memorística y descontextualizada – tienen éxito en la actualidad. Creo profundamente que un planteamiento más respetuoso con los procesos educativos de todos los niños y niñas, que insiste en hacer aprendizajes que
sean realmente comprendidos, ha de mejorar la formación de todos los ciudadanos sin ningún tipo de excepción.
Estamos acostumbrados a pensar que la formación sólo depende de los aprendizajes académicos que los jóvenes hacen. Hoy, tenemos la constatación de que esta afirmación está muy lejos de la realidad. Una formación de calidad comporta unos aprendizajes académicos y otros relacionales y emocionales, igualmente importantes.
Es tan importante saber muchas cosas, como saberlas aplicar, como saberlas trabajar y desarrollar cooperativamente. Es tan importante tener muchos aprendizajes asumidos como ser una persona capaz de orientarse y relacionarse en un mundo complejo y que cambia de forma muy rápida.
Pero no podemos olvidar que una buena educación no nos trae una integración simple en la sociedad. En este sentido, si la educación lenta ha de comportar una mejor educación, también significa que los niños y jóvenes que puedan disfrutar de ésta educación mejor, también se convertirán en ciudadanos más conocedores de la sociedad y también más críticos hacia las formas actuales de explotación y beneficios de la empresa. Sobre todo de los empresarios que no buscan el desarrollo social y económico del país, que también los hay, sino de los que tienen como objetivo el máximo beneficio en el mínimo tiempo – otro fenómeno de ésta sociedad acelerada.
C.H. Los críticos a veces dicen que la educación lenta sólo funciona con niños de familias estables de clase media. ¿Crees que es verdad? ¿Cómo podría adaptarse la educación lenta a niños y niñas con distintos orígenes sociales?
J.D. De la respuesta anterior se pueden desprender elementos para ésta. La educación lenta, en tanto que intenta dar el tiempo necesario para que todos los aprendizajes puedan hacerse en el tiempo justo, da la oportunidad a todos los excluídos porque su ritmo no es el adecuado. A menudo, estos ritmos más lentos se relacionan con procesos sociales y familiares de más carencias a nivel cultural o socioeconómico. La riqueza de un entorno educativo que puede dar una familia de clase media, con acceso constante a manifestaciones y productos culturales, posibilidades constantes de viajes, círculos sociales y familiares muy ricos…contrasta con otros ambientes y entornos con muchas carencias, a menudo estructurales. Es en estos entornos donde la respuesta desde la educación lenta debe dar sus frutos, intentando superar estos hándicaps culturales, en base a procesos que estén mucho más cerca de las necesidades educativas concretas de la población escolar.

Nuevas preguntas de Joan Domènech a Carl Honoré
J.D. Los movimientos Slow son, en cierta medida, movimientos contraculturales. Sin embargo, sus vinculaciones directamente políticas no son relevantes. Creo que son, en su mayoría, movimientos plurales e interclasistas. Pero hay razones para pensar que los planteamientos Slow tienen también un sentido profundamente político, democrático. Veo una relación directa con planteamientos como los del decrecimiento o los movimientos ecologistas, incluso con planteamientos políticos
como los que realiza el grupo Ecología y Europa. ¿Hasta qué punto piensas que el movimiento Slow es una alternativa no solamente individual, sino también con un profundo carácter social, económico y, por lo tanto, político y alternativo?
C.H. El movimiento Slow no es una nueva tendencia de moda de las que hablan los suplementos dominicales. Va mucho más allá que esto. En esencia, es una revolución cultural con el poder de redimensionar todo aquello que hacemos. Crear un mundo lento implica reescribir las reglas de todo, desde la política y la democracia hasta la economía o la manera en que llevamos nuestras relaciones personales y construimos las comunidades. Una vez empiezas a ralentizar una parte de tu vida, abres el espacio a una reflexión más profunda y eso comporta cambios mucho más poderosos.
El movimiento Slow comparte con otros movimientos como el ambientalismo, el decrecimiento y otros, el objetivo de reinventar completamente nuestra sociedad y cultura.
J.D. Para acabar ¿cuáles piensas que son las principales dificultades o escollos con los que nos encontramos en el día a día, que dificultan estos planteamientos que hacemos? Es evidente que la educación lenta debe ir acompañada de una vida lenta pero ¿cómo podemos ser más consecuentes y no sentir que realizamos sólo experiencias aisladas? ¿Como podemos, en la práctica, fortalecer esta corriente de opinión y hacer frente a los que piensan que nada se puede hacer para cambiar este ritmo vertiginoso?
C.H. Hay muchas presiones (expectativas en el lugar de trabajo, la cultura del consumidor, etc.) para continuar yendo rápido. Creo que la velocidad también es una forma de negación, una manera de evitar preguntas grandes y difíciles. Pero quizás el obstáculo más grande para ralentizar es el tabú cultural en contra de la lentitud. Lento es una palabra sucia en nuestra cultura. Y eso hace que desacelerar sea difícil para la gente, incluso cuando quiere hacerlo.
El primer paso para provocar una revolución lenta es destruir este tabú. Hemos de mostrar de muchas maneras que ralentizar sería bueno para todos nosotros. Podemos escribir blogs, libros, artículos; dar conferencias y conceder entrevistas; enseñar ésta lección a nuestros niños desde pequeños. O, simplemente, mostrar a los otros que ir más lentos nos ha dado una vida rica y feliz.
Este cambio ya está pasando. La filosofía lenta ha ganado una gran credibilidad en los años recientes. A medida que gane aceptación cultural, será más fácil para la gente desafiar el status quo y poner los frenos. Yo sigo siendo optimista, porque el anhelo de la lentitud está ahora increíblemente extendido y es poderoso. Parece que ralentizar no es algo tan malo para la gente, o que la gente no pueda desear.
http://www.cepsantander.educantabria.es/asesorias/primaria/39703746-la-educacion-lenta-conversacion-virtual-entre-joan-domenech-y-carl-honore

sábado, 5 de junio de 2010

LOS ARQUETIPOS MASCULINOS PARA LA TRANSICION DE NIÑO A ADOLESCENTE


EL REY, EL GUERRERO, EL MAGO, EL AMANTE

Por Carlos Martell Flores
Una vez se preguntó a varios militares marinos, "¿Cuánto tiempo tarda convertirse en un soldado de la Marina? "
Todos ellos respondieron al unísono, "lo que dura la carrera".
Todos coincidieron en el que una vez graduados, sabían que eran ya soldados de la Marina y sabían también que siempre serían marinos.
Luego se les preguntó: "¿Cuánto tiempo se tarda en convertirse en un hombre?"
No hubo respuesta sólo silencio.


En casi todas las profesiones, hay un período de formación y, finalmente, una iniciación formal, todo facilitado por un veterano que lo ha hecho antes. Al recibir sus diplomas de graduados de la mano de su profesor, los nuevos egresados están seguros de su nueva identidad. Sin embargo como varones nunca sabemos cuando asumimos nuestra propia masculinidad. ¿En que momento y cómo asumimos nuestra energía masculina? Se afirma que la ausencia de esta conciencia es la raíz de la actual crisis de la masculinidad que se muestra en la violencia, la pasividad, la debilidad y la incapacidad de actuar de una manera efectiva y creativa.

El eslabón perdido entre la niñez y la edad adulta en nuestra cultura, parece ser por encima de todo, la falta de un rito formal de paso, una iniciación genealógica. Por ello un rito formal de transición o iniciación es tan importante ya que nos abre hacia una identidad clara, sin la cual, la confusión y la duda prevalecerá. El ritual de transición ha estado en las diferentes culturas desde tiempos antiguos. Este ritual nos hace experimentar nuestro origen sagrado aportándonos la energía necesaria para la siguiente etapa de la vida.

¿Qué es lo que hace que el niño o el adolescente pueda identificar el momento de la experiencia que le otorga la masculinidad sagrada?
Ante la ausencia de estas experiencias sagradas en el adolescente, se forma una incertidumbre e inseguridad en su relación con el mundo, con la vida. Pienso que la razón para que el miedo subyacente, la duda y la inseguridad existan en la mayoría de los hombres es que no tenemos la iniciación formal en nuestra identidad como hombres.

Después de leer el libro Iron John de Robert Bly, me preguntaba si nuestra sociedad actual tiene algún rito significativo de transición de la niñez a la edad adulta.

Creo que, los varones se beneficiarían enormemente de volver a conectar con esa experiencia de iniciación a la edad adulta como una etapa de crecimiento natural y que ha estado presente en los indígenas y otras culturas antiguas.

Basándose en el cuento de hadas que describe los temas arquetípicos de los hombres, Bly dice que sólo los hombres mayores en una sociedad pueden efectivamente iniciar a los más jóvenes a la edad adulta, y el hacerlo es parte también de su propio crecimiento y desarrollo personal. Nuestra sociedad ha aceptado ciertos inicios en los niños y en los jóvenes , pero estos carecen o distorsionan los rituales sagrados de transición. Existe la licencia de manejar o la credencial del IFE pero aún más inquietante es el alcohol o el cigarro como un primer símbolo y, por supuesto, están también los otros rituales mundanos que se dan en compañía de los amigos de la escuela, del barrio o en los deportes. En mucho de los casos, estas experiencias resultan frustrantes, peligrosas o traumáticas. De ahí que es importante encontrar los ritos naturales, sagrados y constructivos de transición. Los verdaderos rituales de transición sólo pueden ocurrir cuando los "mayores" interactúan adecuadamente con los jóvenes que van a ser introducidos. La esencia del proceso es que los hombres que participan en una iniciación bendicen a los más jóvenes. La iniciación es también de tutoría o “mentoría” de alguna manera

¿Cuáles son entonces los componentes críticos en los ritos masculinos de transición? En primer lugar debe haber una cierta experiencia que le da al hombre un sentido de la transición de un estado a otro. Esto se refiere a menudo como un "espacio ritual". En segundo lugar, el varón necesita encontrar una comunidad en donde desarrollar ese "espacio ritual". Y en tercer lugar el proceso debe respetar y dar la bienvenida al hombre en la comunidad en una forma que le da valor al iniciado. Estudiosos del tema hablan del mito de ORESTES que asesina a su madre y a su padrastro, un símbolo arquetípico de autonomía y de rompimiento con la carga genealógica. También hablan del mito del “Camino del Heroe” heredado de la épica tradicional que se compone de la triada SEPARACION, INICIACION y RETORNO, como parte del rito de transición. Se abandona el ámbito familiar, se recurre a los ancianos y a los elementos que conducen la iniciación para finalmente regresar transformado.
Además hay que considerar otros aspectos como el sentido de pérdida o duelo en el niño/adolescente. A. Abesrastury menciona cuatro duelos principales del niño que se convierte en adolescente


*Duelo por el cuerpo infantil.-Para ingresar a un etapa social diferente, el adolescente de hoy deja el cuerpo de la niñez,
*Duelo por el rol y la identidad infantil.- Los valores originales de la infancia se abandonan para adoptar lo que la familia y el medio social espera del adolescente. Hablamos del reconocimiento que el adolescente espera del entorno inmediato.
*Duelo por los padres de la infancia.- El niño-adolescente percibe una "brecha generacional". Se fomenta más la independencia que la dependencia.
*Duelo por la identidad sexual.- Hasta la pubertad no hay una diferenciación definida de sexos, es mas bien cultural. La adolescencia siempre fue considerada una etapa de búsqueda de la propia identidad sexual.

La particularidad de las generaciones actuales es lo que se denomina el padre ausente Algunos autores lo definen como el padre faltante o la energía faltante en el niño que va creciendo. lo que da lugar a esa fragilidad de la identidad masculina de la actualidad. Hablamos de la necesidad de RE-CONOCERSE en el padre. Para poder ser idéntico a si mismo, es necesario haber sido idéntico a alguien,(el padre). Guy Corneau
El titulo de nuestro propuesta proviene de libro de Robert Moore y Douglas Gillette, La Nueva Masculinidad (1993). que sitúa el origen de la perdida o desviación de los rituales de transición en la época de la Reforma protestante y la Ilustración:
…. fueron movimientos de gran repercusión que tuvieron en común el descrédito del proceso ritual. Una vez desacreditado el ritual como proceso sagrado y transformador, lo que nos queda es lo que Victor Turner denomina mero ceremonial que carece del poder necesario para lograr una auténtica transformación de la conciencia. Al desconectamos del ritual, hemos acabado con los procesos mediante los cuales hombres y mujeres lograban su identidad de género de una manera profunda, madura y que mejoraba su modo de vida. " (Moore y Gillette)
El propósito es ubicar y fortalecer estos cuatro arquetipos en la sique del niño-adolescente que le permita dirigir su crecimiento y desarrollo hacia la etapa madura de masculinidad.




Los Arquetipos
EL REY encarna el poder que transmite el orden correcto de las cosas y de uno mismo. "tiene un contenido sagrado, ordenador y creador, al servicio del reino y del cosmos. Es una energía generadora, renovadora y eterna que, como los antiguos mitos e historias, trasciende el cuerpo... Los ejes fundamentales en la figura del Rey son: el orden, la creación, la fecundidad y la bendición... Cuando la energía del Rey no se manifiesta o bien es débil e inmadura, las familias se desordenan, y se vuelven caóticas. "(Moore y Gillette)

EL GUERRERO tiene que unir fortaleza, competencia y resistencia al dolor; "la habilidad, el poder y la precisión.. La energía del Guerrero, aunque posea otros atributos, está presente universalmente en los hombres y en las civilizaciones que crearnos defendemos y extendemos. Es un ingrediente vital de nuestra edificación del mundo y representa un papel importante en la difusión de los beneficios de las más altas virtudes humanas y de los logros culturales a toda la humanidad. Pero, también es cierto que la energía del Guerrero a veces se desborda. Cuando esto sucede, los resultados son devastadores. El Guerrero es un asceta, emocionalmente distante a todo aquello que no tiene relación con su causa (ejemp. el matrimonio). Por esta razón, el Guerrero ha de relacionarse con el resto de arquetipos masculinos, porque de lo contrario los resultados pueden ser desastrosos. La indiferencia guerrera a las relaciones humanas provoca, a menudo, problemas. Aparece entonces el Guerrero negativo, sádico y masoquista. (Moore y Gillette)
La agresividad es un componente esencial del guerrero, pero se trata de una agresividad sana que tiene como objetivo hacer frente a los problemas de la existencia, que huye del exceso, porque siempre la acompaña la conciencia lúcida de las propias limitaciones.

EL MAGO personifica el pensamiento y la reflexión, la seguridad del sí mismo maduro que es inamovible en su estabilidad, centralizada y emocionalmente fría. Pero el arquetipo de Mago también comporta el riesgo de autodestrucción, si la autoridad conseguida lleva a desarrollar un sentimiento de superioridad frío y cínico, y el poder conseguido se utilizan para manipular y dominar a los otros.
"Fue el Mago Negativo el que nos entregó en los días más negros de la Segunda Guerra Mundial, no sólo la tecnología de los campos de concentración sino también el arma terrible que aún pende sobre nuestras cabezas. El dominio de la Naturaleza, una función del Mago, está perdiéndose y con resultados incalculables que ya percibimos. Detrás de los ministerios de propaganda, los informes de la prensa controlada, las noticias censuradas y las carreras políticas orquestadas de manera artificial, yace el rostro del Mago como manipulador " (Moore y Gillette)

EL AMANTE completa este conjunto de arquetipos y se caracteriza por la pasión y el misticismo y por la degustación de los placeres de la vida.
"El hombre bajo la influencia del Amante no quiere detenerse en los límites creados por la sociedad Se rebela contra su artificialidad. Su vida es complicada y nada convencional.- el estudio del artista, el estudio del creador, se opone a la ley en un sentido amplio, vemos en su vida el enfrentamiento con la vieja tensión entre la sensualidad y la moral, entre el amor y el deber" (Moore y Gillette )
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lunes, 18 de enero de 2010

EDUCAR DESDE LA PROPIA SABIDURIA INTERIOR

Una conversación con Mariaté Gómez y Violeta Maldonado por Carlos Martell F.

Sexenio tras sexenio y en cada periodo legislativo se presenta alguna nueva reforma a la Ley General de Educación, sin embargo en los ámbitos académicos, en los ámbitos oficiales y en el común de la opinión pública se admite que la educación ha vivido constantemente en crisis. A partir de los años 60, nuevos planes y nuevas instituciones escolares se han presentado, pero seguimos igual, los niños y los jóvenes no han encontrado aquello que es esencia en la educación; entusiasmo y aprendizaje. Por el contrario ellos hablan de tedio, memorización y acumulación de conocimientos en un marco ferozmente competitivo.
Enseguida una charla con Mariaté Gómez y Violeta Maldonado, creadoras del sistema SAyD y directivas de la escuela primaria de educación especial Atelier Indigo, ubicada al sur de la Ciudad de México.

Carlos.-Realmente ¿cuál es el fondo de esta crisis educativa?

Mariaté.- En lugar de ello, yo preguntaría. ¿En dónde estriba el éxito de la educación? Y esto es algo que ya Juan Jacobo Rosseau decía hace más de docientos años en 1762 y que Pestalozzi describió algunos años después como la naturaleza divina que está en los seres humanos. Dijo " No la limitamos, sino que intentamos desarrollarla. Tampoco imponemos sobre ustedes (niños) nuestra propia naturaleza, ustedes deben ser como su naturaleza misma, divina y sagrada.". Así que desde nuestra opinión, el éxito en la educación está en los adultos (padres, madres, profesores, guías, etc.).

A lo largo de todos estos años y eso fue el objetivo de iniciar Atelier Índigo, nos dimos cuenta que, en cuanto nosotros avanzábamos, como guías o madres, en nuestro desarrollo personal, rompiendo trabas y desatando nuestros nudos existenciales, el niño o la niña avanzaban también a grandes saltos Por eso Gandhi decía. "Si quieres cambiar el mundo, cambia tu mismo".

Carlos.- ¿Es por eso que han llamado a su sistema como aprendizaje y des-aprendizaje (SAyD)? Porque despoja de lo innecesario, de nuestros lastres para volver a llenar nuestro cántaro con lo fresco y lo nuevo.

Violeta.- Efectivamente, hemos visto como la educación convencional ha tratado a los niños y jóvenes, como materia prima dentro de un proceso de producción masiva, en lugar de verlos como "almas" que buscan su sentido de existencia en este plano físico.

Mariaté. La educación que proponemos está basada en observar las propias emociones, sentimientos y conductas. Realmente ¿qué es lo que manifiestan los niños con sus conductas rebeldes, antisociales, hiperactivas o con la falta de atención? Manifiestan, inicialmente, su desacuerdo con lo que están viviendo.

Violeta.-Por otro lado, fíjate en aquello que más recordamos de nuestras escuelas. Recordamos a nuestros compañeros, a algún profesor o profesora, por supuesto algún festival o salida, pero invariablemente son las materias escolares lo que menos recordamos de esos años. Porque el conocimiento para el niño, no es lo mas importante sino que es la experiencia de vida, lo mas importante.

Carlos.- Hace poco leía a Russel Ackoff, una autoridad en las áreas gerenciales y administrativas, y él enfatiza también la crisis educativa señalando que la educación debe ser un proceso de toda la vida que apoye al individuo a encontrarse a sí mismo a lo largo de su propia vida. Explica como la educación convencional está enfocada en la enseñanza y no en el aprendizaje y a manera de ejemplo nos propone una manera diferente de realizar los exámenes tradicionales. Sugiere que en lugar de que los profesores pusieran las preguntas, fueran los mismos estudiantes quienes las elaboraran. ¿Te das cuenta de lo revolucionario en esto? Cambia el paradigma, ya que un examen, en teoría, determina lo que sabe el alumno y no, lo que ha dejado de aprender. Sin embargo, si el alumno elabora las preguntas y las responde, se podrá ver cuanto realmente conoce y
Violeta.-Y es aquí donde la escuela convencional falla. Pues te presenta preguntas y ejercicios que demandan una sola respuesta, aquella respuesta que el profesor quiere que respondas; mientras que la vida, los problemas de la vida te ofrecen opciones diversas que se pueden resolver desde diferentes enfoques.

Carlos.- ¡Exacto!, lo vemos en los exámenes con respuestas de opción múltiple. Desde cierta lógica y ángulo, la respuesta puede estar en más de una de las opciones. Desde la lógica de la escuela, sólo hay una respuesta, pero la vida nos ofrece muchas opciones y enfoques.

Mariaté.-Esto es lo que debe ofrecer la educación. La posibilidad de abordar cualquier situación desde diversos ángulos, válidos todos ellos. En Atelier Indigo nos enfocamos en el proceso de aprendizaje, no en el proceso de enseñanza. El aprendizaje no se impone, se admite y se reconoce por el niño dentro de un proceso volutivo de conciencia y autenticidad. Esto es lo que sucede en nuestras aulas, esto se revela y se hace evidente en ellos a través del propio proceso de auto-indagación, auto-observación y reconocimiento honesto de la vivencia. En Atelier Índigo se impone naturalmente la sabiduría sobre de las tendencias emocionales y mentales que nos atrapan continuamente.

Violeta.-Desarrollamos una visión de mundo o cosmovisión. La cosmovisión es aquello que conforman la imagen o concepto general del mundo, a partir del cual se interpreta su propia naturaleza y la de todo lo existente. Una cosmovisión define nociones comunes que se aplican a todos los campos de la vida, desde la política, la economía o la ciencia hasta la religión, la moral o la filosofía con determinación, “ tu hijo ya esta aislado…” “ Aislado? Realmente lo que yo quiero es mi hijo sea un niño y una persona feliz, Ese es mi objetivo”.
y cuanto ha avanzado realmente en el proceso educativo.

Mariaté.- Claro, eso es lo que nosotros proponemos, preparar a los niños para la vida. Y sabemos que la vida no te pide sólo respuestas específicas. La vida ofrece diversas opciones, válidas todas ellas. Por lo que el niño debe de buscar las propias estrategias para resolver las situaciones de la vida misma.

Violeta.-Y es aquí donde la escuela convencional falla, pues te presenta preguntas y ejercicios que demandan una sola respuesta, aquella respuesta que el profesor quiere que respondas; mientras que la vida, los problemas de la vida te ofrecen opciones diversas que se pueden resolver desde diferentes enfoques.

Carlos.- ¡Exacto!, lo vemos en los exámenes con respuestas de opción múltiple. Desde cierta lógica y ángulo, la respuesta puede estar en más de una de las opciones. Desde la lógica de la escuela, sólo hay una respuesta, pero la vida nos ofrece muchas opciones y enfoques.

Mariaté.-Esto es lo que debe ofrecer la educación. La posibilidad de abordar cualquier situación desde diversos ángulos, válidos todos ellos. En Atelier Indigo nos enfocamos en el proceso de aprendizaje, no en el proceso de enseñanza. El aprendizaje no se impone, se admite y se reconoce por el niño dentro de un proceso volutivo de conciencia y autenticidad. Esto es lo que sucede en nuestras aulas. Esto se revela y se hace evidente en ellos a través del propio proceso de auto-indagación, auto-observación y reconocimiento honesto de la vivencia. En Atelier Índigo se impone naturalmente la sabiduría sobre de las tendencias emocionales y mentales que nos atrapan continuamente.

Violeta.-Desarrollamos una visión de mundo o cosmovisión. La cosmovisión es aquello que conforman la imagen o concepto general del mundo, a partir del cual se interpreta su propia naturaleza y la de todo lo existente. Una cosmovisión define nociones comunes que se aplican a todos los campos de la vida, desde la política, la economía o la ciencia hasta la religión, la moral o la filosofía.

Mariaté.-En Atelier Índigo no hay evaluaciones en base a la memorización. El método está basado en que el niño y la niña desarrollen estrategias para resolver situaciones de la vida misma, se ve a la vida de una manera holística, como un conjunto de situaciones diversas pero relacionadas entre si. En la vida ante una situación o problema, el arquitecto, el médico o el abogado reaccionan de diferente manera, puesto que tienen diferentes mentalidades o formas de ver la realidad. Esto en educación se le conoce como el sistema de inteligencias múltiples.

Hablando de evolución, menciono al doctor e investigador Jonas Salk (descubridor de la vacuna contra la polio) quién explica que la verdadera evolución del ser humano está ocurriendo en nuestra mente. El pensamiento y la creatividad se han desarrollado como respuesta al medio ambiente, y esto implica la supervivencia final no del más inteligente, sino del más sabio. De ahí que la educación deba ser un ejercicio, no de inteligencia, sino de sabiduría.

Carlos.-Si la sabiduría es el criterio para la supervivencia, entonces ¿qué es la sabiduría?

Mariaté.-. Nuestra propuesta educativa es que el niño y la niña ejerciten su sabiduría natural, no que sean educados para ser un producto en una línea de producción, sino que sean sabios. Y ser sabios desde el punto de vista de Oriente es ser un "conocedor de la realidad".

miércoles, 23 de septiembre de 2009

CUANDO NO ES FACIL SER TAN LISTO

Los niños con aptitudes sobresalientes
y su desajuste emocional


Prefiero un barrendero feliz a un científico neurótico. A.S: Neill

Hablar de niños sobresalientes, es hablar de las teorías de la inteligencia y de la necesidad de elaborar programas educativos especiales acordes a este tipo de niños. Pero también es importante hablar de los diversos desajustes emocionales de estos niños y sus familias.

Por Carlos Martell Flores

Su nombre fue William James Sidis, (1898-1944) y su coeficiente intelectual fue calculado entre 250 y 300. A los dieciocho meses, podía leer The New York Times, a los dos años, de forma autodidacta, aprendió latín y a los tres, griego. Como adulto podía hablar más de cuarenta idiomas y dialectos. A los once años entró a Harvard, y en su primer año pronunció una conferencia ante el Harvard Club de Matemáticas. Se graduó cum laude a los dieciséis, y se convirtió en el profesor más joven en la historia de esta universidad. En total se graduó de siete carreras. Su vida alcanzó logros que pocas personas pueden imaginar. Y sin embargo, todo esto se convirtió en nada. Renunció a su puesto de profesor, y por el resto de su vida vagó de un trabajo de baja categoría a otra. Sus experiencias como niño prodigio habían resultado tan dolorosas que decidió evitar la exposición del público a toda costa. De ahí en adelante, negó sus dones, se negó a pensar en las matemáticas y, sobre todo, se negó a realizar aquello que le habían hecho hacer cuando niño. A los 21 años fue arrestado por participar en una marcha del 1º de mayo. Estuvo 18 meses en prisión por sus ideas socialistas. Trabajó duro para convertirse en un ser humano normal, pero nunca lo logró del todo. A los quince tomó un voto de celibato, que al parecer mantendría para el resto de su vida, muriendo soltero a la edad de 46.

Los reportajes en televisión y prensa escrita hablan de lo extraordinario de estas mentes, “Vienen al mundo con sus pequeñas mentes brillantes, con sus talentos innatos a cuestas. Saben leer a los tres años, a los cuatro escriben; un año más tarde, a muchos les fluye el inglés o el francés. Son curiosos, curiosísimos. La escuela es para ellos un lugar aburrido que no les enseña nada nuevo, ni los comprende, ni los estimula en sus búsquedas. Su ansiedad por saber, que no se satisface casi nunca con sus maestros o sus padres, los lleva a investigar solos, a husmear bibliotecas, a navegar por la web y así aprender de astronomía, de vidas pasadas, de matemática, filosofía o física. Son los niños superdotados, niños CAS, con un cociente intelectual (CI) de 110 puntos o más, según parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

LA OTRA CARA DE LOS NIÑOS CON CAPACIDADES SOBRESALIENTES
Pero existe otra cara: La de la resistencia, la de la desobediencia. La de la dificultad para aceptar lo que no es lógico. La cara de la insatisfacción. La de las obsesiones, su vunerabilidad al fracaso y al rechazo de los demás, su rigidez e inflexibilidad. Su aburrimiento y sus berrinches. Su dificultad para escuchar a los demás. Sus conductas manipuladoras hacia los otros.
Estos niños superdotados se desesperan por las restricciones. No soportan los horarios programados. Pueden ser percibidos por los demás como tercos y poco cooperativos.
Llegan a frustrarse por la ausencia de progreso. Se resisten a las interrupciones. Los demás los ven como perfeccionistas u obsesivos, demasiado preocupados por todo.
Todo lo anterior también es la cara de los niños CAS, La cara que a veces no reconocemos y por supuesto no queremos mostrar.

Hace un par de años en una reunión de profesores y padres de familias españolas se habló de una tendencia diferente, contraria a lo que se puede pensar generalmente defendieron, por el contrario, que los niños sigan los cursos del programa escolar para garantizarles el contacto con otros niños y las vivencias propias de su edad. "Bastantes etiquetas y divisiones hay en la sociedad, para que creemos una más. Lo importante es el equilibrio emocional, y la vida es algo más que desarrollar la inteligencia y aprender", manifestó una madre.

LOS DESAJUSTES EMOCIONALES
Platicamos con Angeles Schaulferberger. “Tengo un niño calificado como niño CAS , con capacidades sobresalientes. A los tres años, al saber ya leer, lo matriculé en la escuela primaria Atelier Indigo, Un mes después me hablaron de la escuela sobre la necesidad de hacer acomodos emocionales en él. La primera sesión terapéutica de contención con él, duró siete horas.
“Una manifestación era su enojo constante, muchos, pero muchos berrinches. Un enojo con las mujeres muy fuerte; también frustración. Angel mostraba estados depresivos a tal punto de que nos decía continuamente- que seguramente si él no hubiese nacido, la familia sería más feliz. A los siete años, un siquiatra dictaminó que debería llevarlo a una escuela especializada en niños CAS, le contesté que esto haría que el niño fuera etiquetado y aislado. El me contestó con determinación, “ tu hijo ya esta aislado…” “ Aislado? Realmente lo que yo quiero es mi hijo sea un niño y una persona feliz, Ese es mi objetivo”.
“Angel ha aprendido en Atelier Indigo a ser feliz como niño que es, sin tener que compararse con los demás y ha aprendido a ser sensible a la energía del universo. Al mismo tiempo encuentro en él una pureza diferente, su presencia ha sido como luz en las tinieblas. Su propio proceso de desarrollo personal ha sido también un proceso de desarrollo en toda nuestra familia. Hemos logrado que ese encuentro de Angel con el mundo, sea un encuentro amoroso con el mundo. En Atelier Indigo ha encontrado; fortaleza, conciencia, tolerancia y seguridad personal. Herramientas todas ellas básicas para la vida, seas CAS o no seas CAS. De hecho se habla de que 20 de cada 100 niños son CAS , yo puedo decir, por mi experiencia como madre y profesora, que son más, quizás de 30 a 35 niños de cada 100.
“Pienso que Ángel ha sido el punto de despegue más fuerte en mi desarrollo personal, y le he explicado como el llegó a la familia y al planeta con un mensaje importante, un mensaje de amor que no conocíamos y que nos ha permitido conocer y darnos amor a nosotros mismos. Su presencia se ha convertido en una luz muy radiante que invita a los demás a conocerse e irradiar esa misma luz. No porque él tenga algunos talentos diferentes, sino porque hay una pureza en él que contagia a todas las personas con las que se topa.”
En el contacto con otros niños CAS y sus familias se ha visto que existe una soberbia natural en ellos y como a los padres les cuesta ponerles limites. Ya que el niño asume un papel de superioridad con sus padres y con el resto de la familia. Sin embargo con sus compañeros y en el ámbito fuera de la casa, se tornan sumisos y aislados. Se van convirtiendo en pequeños neuróticos socialmente inadaptados y luego en adultos enojados y frustrados. No es fácil cuando crecen y forman familia, En sus trabajos pueden a llegar a ser mediocres.
“Efectivamente un aspecto importante que hemos infundido a Angel es la de ser humilde con respecto a su alto IQ (156 CI). Hemos charlado sobre esto con él, insistiendo que el aprendizaje es para toda la vida. El hecho de poseer este IQ es una responsabilidad y un regalo sagrado para ayudar a la humanidad, no para sacar un provecho egoísta de el.”
Hablamos con Mariaté Gómez, directora de la escuela Atelier Indigo, quién ha acompañado íntimamente a Angel en su proceso educativo y en su proceso psico-genealógico. “El niño CAS tiene un papel importante en el de acomodo de su genealogía. “He visto como el niño replica las conductas de sus padres, Por ejemplo el enojo o la soberbia son también el propio enojo y soberbia de su madre, como ella lo ha reconocido valerosamente. Existe una conexión muy dependiente de los padres hacia los niños CAS , ellos viven a través de los logros de los niños y caen fácilmente en la presunción, mas allá del orgullo sano, sin embargo al mismo tiempo no pueden ponerle los límites adecuados y generando una gran rebeldía en los niños y una manipulación. En el fondo los niños CAS se rebelan por ser utilizados y esta rebeldía es un llamado a la libertad de ser y existir y no ser un alguien para ser exhibido”.
“Como madre de un niño CAS, continua charlando Angeles, veo que muchas veces nos gana nuestra vanidad y orgullo y olvidamos que el objetivo de su existencia es poder ser felices, Y caemos en esa realidad competitiva de ser el “el mejor” sobre el resto. Y entonces hacemos válidas todas esas teorías de destacar, de tener éxito y de ser líder . Pero como puedes aspirar a todo esto si la propia vida es un desastre,
“Recuerdo esa impactante y amarga película “Una mente brillante” que habla del matemático y premio Nóbel, John Nash (1928) quién desde niño, su comportamiento mostró su extraordinaria capacidad intelectual pero también sus dificultades para relacionarse con los demás. A lo largo de su vida, su mayor característica fue un egocentrismo que le incapacitó para comprender a los demás seres humanos y que le impidió relacionarse con éstos en términos de igualdad.
“Aspiramos a tener una mente brillante y una superinteligencia pero nos olvidamos de la plenitud emocional y espiritual, pretendiendo que nuestros hijos logren lo que nosotros no podemos lograr. Todos hemos sabido de aquellos padres y madres de niños prodigio o niños con talento artístico que han abusado de los talentos de sus hijos. Desde Mozart hasta Michael Jackson. Esto en el caso más extremo, pero en situaciones cotidianas podemos observar lo mismo. La madre o el padre manipulan a los niños pretendiendo que satisfagan sus propias frustraciones vitales. Pero, por otro lado, lo que vemos es que son los propios niños quienes utilizan esta “manipulación” a su favor para conseguir lo que buscan.
“Así en la canción de Joan Manuel Serrat, llamada Princesa, que narra la aspiración de la madre para que el talento de la niña cubra sus propias necesidades, frustraciones e insatisfacciones, al mismo tiempo que se niega a ver la realidad tal como es”.
Y, como quién ve a la Virgen subir al cielo
La ve alejarse camino al primer casting
Para un anuncio en televisión,
La nena vale, la nena estudia
Danza moderna y declamación (JMS)